¡Alégrate! Dios vino a habitar con nosotros

Para nosotros los cristianos, la Navidad es un momento en el que recordamos el nacimiento de Cristo; la venida del Señor a la tierra. Aunque los cristianos sabemos que la fecha no es exacta, aprovechamos esta tradición por el motivo que tiene y anunciamos aquella buena noticia para toda la humanidad. Por lo mismo, hoy quiero recordar una de las profecías de este momento que recordamos y analizar brevemente las lecciones que nos da.

Zacarías 2:10-11

Canta y alégrate, hija de Sion; porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho YHWH. Y se unirán muchas naciones a YHWH en aquel día, y me serán por pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que YHWH de los ejércitos me ha enviado a ti.

En esto que leemos, el profeta Zacarías habla de lo que se cumpliría con el nacimiento de Cristo. Hay muchos detalles que me interesaría revisar y comentar en estos dos versículos, los cuales espero lleguen a ser de bendición para los que lean esto. Dicho esto, revisemos las lecciones que nos enseñan estos pasajes:

1. Canta y alégrate, hija de Sion

Este mensaje iba dirigido primeramente a los israelitas, por eso es que dice «hija de Sion». No es nada raro, pues Jesucristo nació entre los judíos; El Mesías era judío. El mismo apóstol Pablo dice en Romanos 1:16 que el evangelio, el cual significa «buena noticia», es para el judío primeramente; aunque inmediatamente dice que es también para el griego/gentil/no judío.

De entrada, vemos que lo que se va a anunciar es algo de alegría, por eso es que dice «canta y alégrate». Y, justamente, los documentos que narran el cumplimiento de estas profecías se llaman «evangelios». Como dije en el párrafo anterior, la palabra «evangelio» significa «buena noticia». Una buena noticia siempre se recibe alegremente, y esto es lo que dice uno de los evangelios:

Lucas 2:8-20

Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.

Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.

Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho.

Como vemos, el nacimiento de Cristo es un hito histórico que trajo alegría desde el primer momento. Ángeles llegaron a alabar con cánticos y los pastores fueron apresurados al Salvador que había nacido, contagiados del gozo de los ángeles. Y ese mismo sentimiento, fue contagiado por los pastores a otras personas, las cuales se maravillaban del testimonio de los pastores. Hubo cantos y alegrías, porque Dios había venido a morar en medio de Su pueblo.

2. He aquí vengo, y moraré en medio de ti

Aquel que dice estas palabras, es YHWH Dios. Es por eso que, en las referencias al nacimiento de Cristo en la profecía de Isaías(Isaías 7:14) y en el cumplimiento de la profecía narrado en el evangelio de Mateo(Mateo 1:18-25), es reconocido como «Emanuel»; esto significa «Dios con nosotros». Ese nombre es una alusión directa al suceso, que Dios vino a la tierra y habitó entre nosotros; esto cumple lo que YHWH dijo. Por lo tanto, podemos decir que aquel que los pastores vieron en un pesebre, ese Jesús, era el mismísimo Dios encarnado que vino a la tierra.

3. Y se unirán muchas naciones a YHWH en aquel día, y me serán por pueblo

Tras la venida de Cristo, hubo un reavivamiento en el mundo entero. Lo vimos con el centurión romano que tenía una fe que maravilló a Cristo, con el endemoniado gadareno que terminó publicando las maravillas de Cristo en Decápolis, los griegos que buscaban ver a Jesús y la mujer samaritana que se encontró al Mesías que ella estaba esperando, entre otros ejemplos.

Cuando habla la Biblia de «las naciones», lo hace en referencia a los gentiles. Esto signifia que Dios, no es solamente Dios de los judíos, sino que lo es para todas las naciones. Él salva por la fe a los de la circuncisión(judíos) y de la incircuncisión(gentiles), como lo dice Pablo:

Romanos 3:29-30

¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. Porque Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.

Hoy día, muchas personas que no somos judías creemos en Cristo. Tenemos ahora una relación con Dios y estamos unidos por el Espíritu Santo. En Hechos 2, se describe la llegada del Espíritu Santo en el día de Pentecostés. En ese día, personas de distintas nacionalidades e idiomas, escucharon la buena nuva de Cristo directamente en su lengua. Muchas personas creyeron y perseveraron, llevando también el evangelio a su tierra natal.

Al final del pasaje de Hechos 2, se habla de que las personas permanecían juntas y unánimes. A la vez, se habla de que tenían una manera de comportarse como comunidad. Es decir, el Espíritu Santo que empezó a habitar en el corazón de los creyentes, hacía que personas de distintas naciones estuvieran en armonía y unidad; de esta bendición, también fueron partícipes los judíos que creyeron.

El Señor permite que las naciones y los judíos, al estar en Cristo, puedan ser uno en espíritu; esta es obra de Dios, el Espíritu Santo. El énfasis que hace de que las naciones le serán por pueblo, lo confirma Pedro aquí:

1 Pedro 2:9-10

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.

Nosotros, quienes no éramos pueblo, ahora somos llamados pueblo. Pablo también confirma esto en Romanos 9:25-26, al citar al profeta Oseas como parte de una profecía que se estaba cumpliendo en esos días. Así como la hija de Sion(Israel) se debía alegrar, tenemos también bendición nosotros los gentiles en Cristo; y en Él, nos alegramos.

Podemos decir que nos hemos unido a Dios y que mora en nosotros, porque tenemos al Espíritu Santo. Pablo lo asegura en esta pregunta:

1 Corintios 3:16

¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

Nosotros los creyentes somos templo de Dios, porque Dios mora en nosotros; el Espíritu Santo es el que mora entre los creyentes. Esto, nos permite también ser un cuerpo con Cristo como la cabeza(1 Corintios 12:12-31 & Efesios 4:11-16). Es decir, estamos profundamente unidos y compenetrados con el Dios encarnado que vino a esta tierra por nosotros. Se ha cumplido que muchas naciones se unirán a YHWH, y se sigue cumpliendo.

4. Y entonces conocerás que YHWH de los ejércitos me ha enviado a ti

Acá pasa algo muy interesante. Si prestaste atención al versículo, seguramente lo notaste. Aquel que iba a habitar en medio de Israel, era YHWH. Pero aquel que envió al que había de habitar en medio de Israel, también era YHWH. Entonces podemos decir que aquí se dice que Dios mandó a Dios. Lo que haría referencia a lo que Cristo repitió múltiples veces durante su ministerio, que Él(Dios) fue enviado por el Padre(Dios). Aquí pondré solo dos ejemplos:

Juan 8:16

Y si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el que me envió, el Padre.

Juan 8:29

Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.

Claramente, Jesús menciona ser enviado por El Padre. Y a su vez, Cristo cuando vino a esta tierra fue reconocido como Emanuel, que es Dios con nosotros(Mateo 1:18-25). El Hijo(Cristo) es Dios, así como lo es El Padre. Ya que Él y El Padre, son uno(Juan 10:30). Se trata de YHWH, un Dios complejo porque es Padre, Hijo y Espíritu Santo, y así se ha dado a conocer la Santa Trinidad.

Si tienes ganas de leer más sobre cómo Dios puede ser el enviado de Dios, te recomiendo hacer click aquí para que leas este artículo donde se aborda algo de ese tema, y más. Pero por lo pronto, así como el Apóstol Juan, podemos asegurar que Dios Padre, ha enviado a Dios Hijo; nuestro Salvador:

1 Juan 4:14

Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo.

Y es así como YHWH ha cumplido, porque vino a la tierra como enviado de YHWH. Y es así como en Cristo hay cumplimiento de la profecía de Zacarías. Aquel que vino a nacer en un pesebre, era el Rey reyes y Señor de señores; Dios eterno y Rey de Gloria.

Reflexión Final

Recuerda que la Navidad es un evento que conmemora una de las obras más impresionantes de Dios. Aquel que hizo los cielos y la tierra, aquel que tiene un trono sempiterno, vino aquí a la tierra como uno de nosotros , vivió una vida perfecta y pagó por nuestras deudas en una cruz. Pero Él resucitó, por lo que tenemos confianza de que, en Cristo, nosotros también venceremos la muerte porque Él así la venció y prometió que nos daría victoria.

Que esta Navidad, no te olvides de lo que pasó en el pesebre. Dios se hizo carne y vino al mundo por amor, para que pudiéramos nosotros ser salvos y tener reconciliación con Él. Así lo dice la Biblia:

Juan 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan 1:1-14

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.

Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.

En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

Cree en Cristo, Él es la única manera de reconciliarte con Dios y tener paz. Los ángeles anunciaron paz y buena voluntad para con los hombres, y a eso vino Cristo a nacer en un pesebre; Él es nuestro Príncipe de Paz(Isaías 9:6). Solamente creyendo en Él, es como podemos obtenerla(Romanos 5:1-2). Mi deseo, de todo corazón, es que en esta Navidad te reconcilies con Dios(2 Corintios 5:20-21). Y para mis hermanos en Cristo que ya gozan de estar en paz delante de nuestro Creador, les deseo que nunca olviden que nuestro Rey de Gloria nos entiende porque Él también se hizo carne(Hebreos 4:15). Acerquémonos, confiadamente a Él(Hebreos 4:16) y dejémosle todas nuestras cargas, porque nuestro Dios tiene cuidado de nosotros(1 Pedro 5:7).

¡Dios les bendiga!

La apuesta de Gamaliel

Hubo alguna vez, un hombre llamado Gamaliel. El cual, en algún punto de su vida, hizo una aseveración interesante sobre la fe de los cristianos. Esta aseveración, en cierta forma, es tan especulativa como una apuesta; pero tiene mucho sentido. Por esta razón, he decidido llamarla «La apuesta de Gamaliel» y quisiera revisarla en este breve artículo.

Lo primero, sería conocer quién era Gamaliel. Para esto, nos basaremos en Hechos 5:34 y Hechos 22:3 para conocer lo que la Biblia dice de él:

  • Fariseo
  • Parte del Concilio
  • Doctor de la ley
  • Maestro del Apóstol Pablo
  • Venerado por el pueblo

Por lo que vemos, Gamaliel es un hombre respetable, ya que el pueblo así lo veía. También, ese mismo Gamaliel fue el que instruyó a Pablo; ya que era doctor de la ley. Por lo mismo, creo que debió haber sido muy inteligente. Además de esto, era un hombre influyente al ser fariseo y formar parte del concilio. Este hombre, sin creer en Cristo, tira una apuesta muy interesante sobre nuestra fe. Y es lo que trataremos a continuación…

Hechos 5:34-40

Entonces levantándose en el concilio un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerado de todo el pueblo, mandó que sacasen fuera por un momento a los apóstoles, y luego dijo:

Varones israelitas, mirad por vosotros lo que vais a hacer respecto a estos hombres. Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien. A éste se unió un número como de cuatrocientos hombres; pero él fue muerto, y todos los que le obedecían fueron dispersados y reducidos a nada. Después de éste, se levantó Judas el galileo, en los días del censo, y llevó en pos de sí a mucho pueblo. Pereció también él, y todos los que le obedecían fueron dispersados.

Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios.

Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles, después de azotarlos, les intimaron que no hablasen en el nombre de Jesús, y los pusieron en libertad.

Gamaliel nos da una lección histórica de algunos de los distintos líderes que habían aparecido entre los judíos y habían ganado un número importante de seguidores. De Teudas, no sabemos quién es por otras fuentes, pero quiero advertir que no se debe confundir con el Teudas del que habla Flavio Josefo; aquel es posterior a este. Sobre Judas el galileo, sabemos que básicamente él fue el que fundó el grupo de los zelotes. Y sí, como menciona Gamaliel, los seguidores fueron dispersados tras la muerte de Judas el galileo.

En ambos casos, Gamaliel dice que esos movimientos cayeron tras la muerte de sus líderes. Es aquí donde empieza la apuesta de Gamaliel, porque dice que lo mejor es dejar que los seguidores de Cristo sigan su curso. Si esta obra es de hombres, tendrá el mismo destino que la de Teudas y Judas el galileo. Pero si esta obra es de Dios, no la van a poder destruir.

Yo no sé qué pasaba por la mente de Gamaliel, ni me quiero poner a suponer o inventar, pero sí es notorio algo interesante: Gamaliel estaba dispuesto a darle el beneficio de la duda a los seguidores de Cristo, los que luego fueron conocidos como «cristianos». Es por esto que Gamaliel recomienda que los dejen seguir, para ver cuál de los dos resultados tendría esta obra. E incluso tuvo la prudencia de decir que no vaya a ser que realmente estén luchando contra Dios, en el contexto de ponerle afrenta a los cristianos.

Yo no sé si Gamaliel tuvo alguna conversión posterior, la Biblia no lo dice. Pero sí puedo citar lo que pasó después de que Gamaliel convenciera al concilio de hacerle caso y dejarlos ir. Aquí lo dice:

Hechos 5:41-42

Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre. Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.

La predicación del evangelio continuó, no cesaron de predicar. Ese fue el resultado inmediato, que los apóstoles siguieron predicando. Todos ellos dieron sus vidas predicando, fueron perseguidos y martirizados; a excepción de Juan, el discípulo amado. Pero, aún así, Juan tuvo persecución y fue exiliado por un tiempo a la Isla de Patmos, en el tiempo del emperador Domiciano; durante ese tiempo escribió el Apocalispsis, datado entre el 90-95 d.C.

Además de esto, al final del libro de Hechos, tenemos un desenlace que igualmente debe llamarnos la atención:

Hechos 28:30-31

Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.

Pablo, alumno de Gamaliel, se convirtió a Cristo y predicó ese precioso evangelio también. No solamente continuó la obra tras la muerte de Cristo, sino que siguió y creció, al grado que un gran alumno de Gamaliel creyó en ese Cristo que predicaban. ¿Qué pasó con la obra de Cristo y sus seguidores que la hizo distinta a las demás? Pasó algo que Gamaliel no tomó en cuenta dentro de su apuesta:

Los otros hombres murieron y, por ende, sus seguidores fueron reducidos y dispesados. Cristo, en cambio, resucitó al tercer día y apareció a sus discípulos, ascendió al cielo y mandó al Espíritu Santo para que los creyentes recibiesen poder y que fueran testigos en toda la tierra. He ahí la diferencia, que nuestra fe tiene valor porque nuestro Señor resucitó. El alumno de Gamaliel, Pablo, lo tenía claro:

1 Corintios 15:14

Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.

Si Cristo no hubiera resucitado, nuestra predicación no tendría sentido. Pero los apóstoles fueron testigos de Cristo resucitado y, como el desenlace inmediato enseñaba, sintieron que había dignidad en la afrenta presentada por el nombre de Jesús. Y así es como ellos todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo; como lo dice la Biblia.

Los apóstoles predicaron inmediatamente después de la apuesta de Gamaliel. Pablo predicó muchos años después de la apuesta de Gamaliel. Muchos otros hombres en la historia han predicado ese mismo mensaje, a lo largo de los siglos, después de la apuesta de Gamaliel. Y hoy, casi 2,000 años después de la apuesta de Gamaliel, seguimos muchos que predicamos el nombre de Cristo.

Gamaliel dijo sobre nuestra predicación: «si es de Dios, no la podréis destruir». Y bueno, aquí seguimos, y seguiremos hasta que El Señor nos llame a Su presencia. Porque solamente por Él es que las cosas siguen en pie. Toda la gloria sea de Dios.

Creo que es tiempo de decir el resultado de la apuesta de Gamaliel:

La obra era de Dios, por eso continúa hasta el día de hoy y nadie la ha podido destruir.

No luches contra Dios al inclinarte por una apuesta perdida contra la obra de Cristo. Considera la apuesta de Gamaliel, porque esa apuesta demuestra que Dios está con nosotros los cristianos.

Romanos 8:31

¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

Nosotros somos Alexámenos

Sé que suena raro el título, pero permíteme presentarte a Alexámenos. Él era alguien como tú y yo, un desconocido más para la historia humana. Pero también, fue un hombre amado por Dios. ¿Por qué lo sé? Mira la siguiente imagen, que yo te contaré su historia…

Grafito de Alexámenos (Siglo I)

Creo que, con esta imagen, podemos darnos una idea de lo esencial de Alexámenos. Este hombre era cristiano y más de una persona de su entorno lo sabía. Y no solamente lo sabía su entorno, sino que dentro de su entorno tenía detractores; por eso es que existe esta imagen.

En la imagen se lee, en griego, lo siguiente:

“Αλεξαμενοϲ ϲεβετε θεον”

Que traducido es:

“Alexámenos adorando a su dios”

En la imagen, podemos ver que Alexámenos está al pie de la cruz, pero el crucificado es representado como un hombre con cabeza de burro. Ese crucificado es señalado como el «dios» de Alexámenos, al cual le rinde adoración. No solamente es una burla a Alexámenos, sino que también es una burla contra El Señor Jesucristo.

Aunque de aquí podríamos sacar argumentos apologéticos, como demostrar que Cristo verdaderamente fue puesto en una cruz a quienes niegan este hecho; increíblemente, sí hay quienes niegan esto. O también, es posible comprobar a quienes dicen que la deidad de Cristo fue un dogma inventado en el Concilio de Nicea, que los cristianos siempre hemos visto a Cristo como Dios y lo hemos adorado como tal. Este grafito data del Siglo I, comprobando así que estas afirmaciones del cristiano contemporáneo, se han creído desde el principio de todo.

En este escrito, realmente quisiera centrarme en lo práctico del asunto, en lo que sucedió con Alexámenos y con lo que muchos nos podemos identificar. Como dije, el grafito está datado en el Siglo I, se cree que entre el 85-95 d.C., en la época del emperador Domiciano; el mismo que mandó al Apostol Juan al exilio en Patmos, lugar donde recibió la revelación que encontramos en el libro de Apocalipsis. Domiciano, al igual que Nerón, no tenía una persecución «oficial» contra los cristianos; es decir, no necesitaba documentos para llevar a cabo su hostilidad. Parte de esa tensión durante el tiempo de Domiciano, se puede observar en el grafito de Alexámenos.

El hecho de desconocer de Alexámenos como personaje histórico, hace más sencillo que nos podamos identificar con él nosotros, quienes también somos unos deconocidos para la historia. Y, al igual que Alexámenos, somos amados por un Dios que dio su vida por nosotros en la cruz; ese es el Dios que adoramos. Seguramente Alexámenos experimentó el rechazo por la fe que profesaba, además de burlas. Situación un poco similar a la que los cristianos hemos vivido a lo largo del tiempo, casi desde que todo empezó.

Cristo, en su momento, nos advirtió que las cosas no serían sencillas. Viene a mi mente esto:

Lucas 21:12-13

Pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre. Y esto os será ocasión para dar testimonio.

A pesar de la aflicción, nosotros tenemos la seguridad de que Dios ha vencido al mundo. Entendemos que tendremos dificultades en esta vida, pero son pasajeras y por corto tiempo, comparado con la gloria que veremos cuando Cristo venga. Tenemos que ver estas dificultades como una oportunidad para dar testimonio, porque sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien(Rom 8:28).

Juan 16:33

Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

Tenemos que admitirlo, vivir una vida cristiana siempre ha tenido oposición. Ser y actuar como cristiano, puede costarnos el rechazo de los demás, como lo que escribe el Apóstol Pablo en su tiempo:

1 Corintios 4:9-13

Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres. Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, mas vosotros prudentes en Cristo; nosotros débiles, mas vosotros fuertes; vosotros honorables, mas nosotros despreciados.

Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija. Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos. Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos.

Aquí, Pablo está hablando de los apóstoles para amonestar a la iglesia de Corinto y animarlos a entregarse más a Cristo. Dentro de Corinto, había muchos creyentes que estaban en el conformismo e incluso creían que ya «estaban reinando»(v. 8). Esto es una referencia al reino del milenio que Cristo instaurará, en el que no tendremos que decirlo a nuestro prójimo «conoce al Señor», porque todos lo conocerán(Jer 31:34 & Heb 8:11). Muchos cristianos, pero aún más los apóstoles, hemos tenido claro que aún no estamos en ese precioso reino milenial que vendrá con Cristo en su segunda venida. Por lo tanto, tenemos que estar día a día hablando de Cristo a las personas, por el amor que Él ha puesto en nosotros.

Este ejemplo que Pablo da sobre los apóstoles, no solamente es aplicable a los mismos apóstoles, sino que la intención de Pablo era que aplicase a todos los cristianos. Pablo ruega a la iglesia de Corinto que lo imiten(v. 16), y nosotros conocemos el criterio estricto de Pablo sobre imitarle a él. Era preciso imitar a Pablo, cuando él estuviera imitando a Cristo(1 Cor 11:1).

¿En qué estaba siendo similar lo que Pablo cuenta sobre el ministerio de los apóstoles, con el ministerio de Cristo? En que a Cristo también lo aborrecieron por predicar la verdad, así como Él advirtió que pasaría también con los apóstoles:

Juan 15:18

Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.

Y esta es nuestra herencia, este es el ministario que tenemos hoy en día los Cristianos. Así como los apóstoles y los cristianos del Siglo I lo hicieron en su momento, nuestra labor es ir y hacer discípulos por todas las naciones(Mt 28:19-20). Esta es nuestra gran comisión, puesto que nuestro Dios estará con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

Todo lo que dijo Pablo sobre la vivencia del ministerio de los apóstoles, me gustaría presentarlo a manera de lista:

  • Llegaron a ser como espectáculo del mundo
  • Son vistos con desprecio, como débiles e insensatos
  • Padecen hambre y sed
  • Carecen de vestido y de vivienda
  • Son abofeteados y maldecidos
  • Tienen que trabajar con sus propias manos(Aparte de su ministerio)
  • Padecen persecución y son difamados
  • Son vistos como la escoria del mundo, el desecho de todos

Al ver esta lista, creo que podemos dar gracias a Dios de que a muchos de nosotros nos ha ido bien. Pero también, nosotros podemos identificarnos con alguna de estas situaciones. Algunos quizás han sido de burla y espectáculo para los demás, otros quizás han sido maldecidos y otros han sido vistos como escoria, otros también han podido ser difamados y despreciados. Auque también hay casos donde los creyentes pueden perder casa y posesiones, sucede con algunos musulmanes y judíos que llegan a reconocer al Mesías. Y tampoco han dejado de haber persecuciones, aún al grado de dar muerte al creyente.

El otro día, estaba escuchando relatos de cómo la religión popular de mi país se burlaba, perseguía, discriminaba y maltrataba a los cristianos de antaño; y tan solo eran relatos del siglo pasado. Por la gracia de Dios, hoy los cristianos de mi país no estamos expuestos a persecuciones más peligrosas; siguen pasando en algunos lugares, pero no es la norma.

Muchos de los que estamos leyendo esto, quizás no experimentemos la persecución en igual grado que los apóstoles, cristianos del pasado u otros cristianos alrededor del mundo hoy. Pero sí podemos perfectamente identificarnos con Alexámenos. Aquel hombre fue hecho una burla para la posteridad, al ser grabado en ese grafito. Y, aunque no sabemos quién es, podemos estar seguros de que no le fue fácil en su tiempo.

¿A cuántos de nosotros no nos han dejado de lado por lo que creemos? Yo recuerdo que, en algunos momentos de mi vida, los de la religión popular me han tratado de menos, me han calumniado y se han burlado de lo que creo. También he visto cómo lo han hecho contra otros hermanos en Cristo. Y no solamente ellos, que dicen «creer en el mismo Dios», hacen esto. También, ahora ha habido un boom por negar las Escrituras irracionalmente y entregarse al ateísmo, secularismo, o a alguna de las especies recientes del neopaganismo. Estos grupos tampoco simpatizan mucho con lo que creemos, nos llaman intolerantes, nos atribuyen todo tipo de fobias hacia grupos de personas, nos llaman retrógradas e incluso llaman a la Biblia «un libro de cuentos para ignorantes».

Somos vistos como poca cosa para «la academia». Somos vistos como unos inadaptados para nuestros tiempos modernos. Somos vistos como un peligro para las muchas religiones falsas que existen, desde la más popular y arraigada por años, hasta la última moda neopagana que apenas está consiguiendo seguidores.

A pesar de todas estas cosas, seguimos adelante. Quizás somos pequeños ante los ojos de los demás, poco importantes, pero Dios es el que se reflejará en nosotros y nuestra vida. Seremos pequeños, pero nuestro Dios es grande. Nunca nos va a dejar en el desamparo:

2 Corintios 4:7-10

Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.

Mismo autor, mismos destinatarios y misma situación, pero con un precioso desenlace. La grandeza del poder de Dios se manifiesta en nosotros, que somos pequeños. Tenemos tribulaciones, pero no nos invade la angustia. Quizás estemos en predicamentos complicados, pero no estamos desesperados. Podremos sufrir incluso persecución, pero no estaremos desamparados por Dios. Posiblemente seamos derribados, pero no destruidos. Nosotros también somos partícipes de los padecimientos de Cristo(1 Pe 4:12-13). Porque, así como el mundo lo aborreció a Él antes, a nosotros también nos pasan estas cosas. Pero tenemos los ojos puestos en Él, de tal manera que descansamos completamente en Jesús y en Él estamos firmes:

Hebreos 12:1-3

Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.

Romanos 5:1-11

Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.

Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.

Y es aquí donde quiero resaltar algunas cosas de todos estos pasajes:

  • Estamos rodeados por una nube de testigos, lo que significa que la gente está mirando lo que hacemos. Por eso, nuestro testimonio es de suma importancia para que más gente pueda conocer de Cristo. Este testimonio que daremos hacia las demás personas, es aquel que viene por la fe que tenemos y que nos ha salvado(Heb 11:1-2)
  • Lograr correr esta carrera, es solo posible si ponemos los ojos en Cristo. Quien es el que nos sostiene, de principio a fin, a todos los que creemos en Él. Nosotros andamos y somos sostenidos por fe(2 Co 5:7), a la vez que vivimos por esa fe(Rom 1:17)
  • Debemos recordar la cruz. Sabiendo, pues, que si Él tuvo a bien dar su vida por nosotros los pecadores, este mismo sentir también tiene que estar en nosotros(Fil 2:5-11). De esta manera no nos cansaremos jamás, por el poder del Espiritu Santo, de dar amorosamente testimonio de Dios frente a las dificultades(Hch 1:8 & 2 Ti 1:7-8)
  • Nosotros estamos una paz completa porque hemos sido justificados por la fe, es así como hemos sido reconciliados con Dios. De tal modo que estamos firmes en esa gracia a la que tuvimos acceso mediante la fe; no por obras(Ef 2:8-9). Somos guardados de manera completa por esa paz de Dios, la cual sabemos que sobrepasa todo entendimiento(Fil 4:7)
  • Nosotros nos gloriamos en las tribulaciones porque tenemos una esperanza viva en la que nosotros descansamos, sobre la cual somos guardados por la gracia y el poder de Dios, mediante la fe en Cristo Jesús(1 Pe 1:3-9). Teniendo la seguridad en esto, debido al derramamiento del Espíritu Santo en nosotros, el cual nos lava, regenera y renueva. Un Espíritu que no fue recibido por obras, sino por Su misericordia, bondad y amor; un Espíritu que nos da seguridad para heredar la vida eterna(Tit 3:4-7)
  • Nosotros tenemos ejemplo de entrega, sacrificio y amor, en Cristo. Cuando nosotros estábamos perdidos en nuestro pecado, Él decidió morir por nosotros para pagar por ellos y anular todos los cargos que teníamos en nuestra contra, triunfando sobre la cruz(Col 2:13-15). Con ese sacrificio, otorga perdón de pecados y regala vida eterna los que creemos en Él y clamamos Su nombre(Jn 3:16-18). Ahora, ese amor vive en nosotros porque ya hemos sido salvos y transformados Cristo(1 Jn 4:7-21)
  • Podemos tener la seguridad de que, por la vida de Cristo, los que hemos creído seremos salvos de la ira; nosotros estamos para salvación y no para ira(1 Ts 5:9). Al tener esa seguridad de salvación y nuestra relación con Dios reconciliada, somos hechos nuevas criaturas y se nos otorga este privilegio del ministerio de la reconciliación. A fin de ser embajadores por parte de Dios y darle al mundo este mensaje: Reconcíliense con Dios(2 Co 5:17-22)

Este es el consuelo de los cristianos, un consuelo que no descansa en nosotros, sino en Cristo Jesús. Es ahí donde está el secreto de gozarse en las tribulaciones, en tener en nuestra mente y corazón todo lo que Dios nos ha dado. Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?(Rom 8:31). Él es el que pelea nuestras batallas y nos da fuerza para seguir adelante.

Ahora bien, quiero resaltar un detalle del que poco se habla del grafito de Alexámenos. Es cierto que la burla intenta ir contra Alexámenos, pero dentro de todo esto se está blasfemando a Cristo. Él es quien pagó por nosotros con su preciosa sangre, Él es quien nos dio vida nueva y a Él es a quien adoramos. Cuando venga la burla y el vituperio sobre lo que hemos creído, no es a nosotros a quienes rechazan o blasfeman, sino a Cristo:

1 Pedro 4:14-16

Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno; pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.

Las burlas vendrán, el escarnio también. Pero no nos entristezcamos, porque predicar el evangelio no es para sufrir como si fuéramos culpables de pecado. Nosotros nos gloriamos en Dios porque, a pesar del rechazo, burlas y persecución, servimos al Rey de reyes y Señor de señores. Nunca sintamos vergüenza por predicar el evangelio:

Romanos 1:16-17

Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

Recuerda, nosotros somos Alexámenos. Un desconocido para la historia, pero que nos recuerda que debemos ser conocidos por adorar a nuestro Dios, Cristo Jesús, en todo momento y lugar. Creo que Cristo y su mensaje fueron glorificados en la vida de Alexámenos, aún a pesar de las burlas, y eso retumba hasta el día de hoy. Seguramente nos lo encontraremos en cielo, junto muchos otros cristianos a lo largo de la historia, gozándose y glorificando al único Dios verdadero; al Dios que nosotros, sus santos en Cristo, servimos y adoramos

Pídele a Dios que tu vida no deje de ser de testimonio para otros, glorifícalo a pesar de las circunstancias. Medita en la Escritura día y noche, que nunca se aparte de ti; ponla en práctica. Esfuérzate y sé valiente, verás que Dios estará contigo en todo momento y en todo lugar

Josué 1:8-9

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Carta a un cartero

El 12 de Noviembre se celebra el día del cartero en México, y se tiene como costumbre que los carteros dejan un sobre unos días antes, para recogerlo el día 12. En el sobre, se acostumbra a poner algo de dinero como reconocimiento de su labor. Este año, además de ello, decidí escribirle una carta al cartero y quiero compartirla por aquí; obviamente, he omitido algunos datos personales en este texto público. Si alguien más quiere hacer lo mismo con el cartero de su zona, siéntase libre de hacerlo. Al final del texto, he dejado el link del archivo en PDF con instrucciones para llenar los detalles finales de la carta. Espero sea de bendición para quien lo lea. Aquí va lo que escribí:

¡Hola, querido cartero!

Primeramente, quería felicitarte por ser hoy tu día, realmente espero que lo disfrutes. Hoy quería, igualmente, hacer algo diferente para ti. En lugar de entregar una carta a otros, espero recibas esta carta que yo te escribo y puedas tener a bien leerla hasta el final.

Al estar en toda esta cuestión de la mensajería y la entrega de cartas, seguramente te has dado cuenta que tu trabajo es muy importante para que la comunicación fluya entre las personas. Lo que una persona quiera informarle a otra, por medio de una carta, debe pasar por tus manos para ser entregada. A su vez, si alguien quiere mandar un paquete como regalo, también es posible que te haya tocado ser el que lo entrega. Los carteros y/o mensajeros, siempre han jugado un rol importante en la comunicación, a lo largo de la historia.

Históricamente, los mensajeros podían llevar mensajes memorizados para recitarlos a quien debía recibirlos. Después, con el desarrollo y popularización de los mensajes por escrito, los mensajeros trasladaban mayormente cartas; por eso es que mensajero y cartero son términos similares. Otra particularidad histórica de esta labor, es que el cartero muchas veces daba su vida con tal de que el mensaje fuera entregado. Algunas veces, por desgracia, era asesinado si el mensaje que daba no le gustaba al que lo estaba recibiendo. Entendemos pues que, la vida del cartero, muchas veces estaba sumamente ligada al mensaje. Afortunadamente, creo que las condiciones han mejorado un poco, en ese sentido.

Los mensajes, usualmente, nos comunican cosas que debemos saber. Si alguien nos las está diciendo, es porque quiere que algo sepamos. De esta manera, aún a la fecha, siempre ha habido alguien encargado de dar un determinado mensaje a otras personas. Aunque no lo creas, incluso Dios tiene quienes lleven su mensaje; tiene muchos medios para ello. Te voy a poner ejemplos de algunos de ellos:

1. La naturaleza, la cual nos comunica diariamente que hay un Dios creador detrás de todo:

Romanos 1:20

Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

2. Los ángeles, cuyo mismo nombre en griego significa “mensajero”

Mateo 1:20

Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.

3. Los hombres, quienes a lo largo de la historia han también recibido mensaje del Señor

Malaquías 2:7

Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos.

A pesar de tantas formas de enviarnos su mensaje, Dios mismo vino a la tierra y se hizo hombre, para darnos directamente su mensaje. Su llegada fue anunciada a lo largo de todo el antiguo testamento, pero también, cuando vino a la tierra, podemos ver a estos 3 tipos de mensajeros anunciándole también. Mira:

1. La naturaleza

Mateo 2:1-2

Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.

2. Los ángeles

Lucas 2:8-11

Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor.

Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.

3. Los hombres

Mateo 3:1-3

En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo:

Voz del que clama en el desierto:

Preparad el camino del Señor,

Enderezad sus sendas.

Es como si todos estos mensajeros de distintos tipos nos dieran el mismo mensaje, que Dios merece ser adorado, que ha venido a salvarnos y a enderezar nuestros caminos. Por extraño que parezca, este buen mensaje, no ha sido recibido con gusto. Los escribas y fariseos asesinaron y persiguieron a los profetas y apóstoles(mensajeros) del pasado:

Lucas 11:47-50

¡Ay de vosotros, que edificáis los sepulcros de los profetas a quienes mataron vuestros padres! De modo que sois testigos y consentidores de los hechos de vuestros padres; porque a la verdad ellos los mataron, y vosotros edificáis sus sepulcros.

Por eso la sabiduría de Dios también dijo: Les enviaré profetas y apóstoles; y de ellos, a unos matarán y a otros perseguirán, para que se demande de esta generación la sangre de todos los profetas que se ha derramado desde la fundación del mundo

A su vez, quien hablaba ante ellos para darles el mensaje del Señor, quien es Jesús el Cristo, también fue asesinado por anunciarlo:

Filipenses 2:6-8

El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Y esto no paró ahí, sino que también aquellos hombres que continuaron llevando el mensaje, siguieron dando sus vidas por ello:

Romanos 8:35-37

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito:

Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;

Somos contados como ovejas de matadero.

Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

Lo interesante, es el final del pasaje que lees aquí. Parece una locura que, después de ver a tantos sufrir por ese mensaje, alguien pudiera sentirse vencedor. ¿Será acaso un mensaje por el cual vale la pena morir? ¿Qué rayos tiene ese mensaje? ¿Por qué tienen tanta esperanza ante la adversidad todos estos mensajeros?

No sé cuántas veces te ha tocado conocer el contenido del mensaje que llevas a los demás, pero estos mensajeros sí lo conocían y creían que valía la pena sufrir por ello. Hoy quiero que conozcas el mensaje que ha sido anunciado por ellos y por muchos más que le siguieron:

Mateo 21:42

Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras:

La piedra que desecharon los edificadores,

Ha venido a ser cabeza del ángulo.

El Señor ha hecho esto,

Y es cosa maravillosa a nuestros ojos?

Hechos 4:11-12

Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

Quiero que te vayas fijando en esto, porque ya nos dejaron en claro que Jesús, quien fue desechado, es la pieza fundamental por la que se sostiene todo. Pero no solamente eso, sino que también han dicho que en ningún otro hay salvación. ¿Salvación de qué? ¿A qué se refieren con esto?

Todos nosotros, sin excepción, alguna vez hemos hecho lo malo. Esto de hacer lo malo, se le conoce como pecado, que es fallarle a la ley de Dios. El pecado tiene un precio, una pena a pagar, que es la muerte; estar lejos de la gloria de Dios. Todos nosotros hemos cometido el mismo crimen delante de Dios, todos hemos pecado:

Romanos 3:23

Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios

1 Juan 1:8

Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.

Romanos 6:23

Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Si te das cuenta, el último texto cierra con algo interesante, dice que el regalo de Dios es vida eterna. Pero no solamente eso, sino que nos da un sujeto en el cual está la vida eterna; Cristo Jesús, Señor nuestro. ¿A qué se puede referir, entonces? Bueno, esto es muy sencillo de explicar con estos textos:

Juan 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan 5:24

De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.

Juan 14:6

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Es cierto que el precio del pecado es la muerte, pero bien aclara ese versículo que Dios nos regala vida eterna en Cristo. La única manera de tener vida eterna, es a través de Jesús. La forma para obtenerla, la puedes ver en los dos primeros versículos de esta tanda: CREER. Uno tiene que creer verdaderamente en Cristo, el Dios y Señor verdadero, como tu único y suficiente Salvador. Es así como se nos regala vida eterna, según la Escritura; por eso sabemos que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. De hecho, te sorprendería leer el desenlace de 1 Juan 1:8 y Romanos 2:23, que te los mostré anteriormente. Mira cómo continúan:

1 Juan 1:9

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

Romanos 3:24-25

Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados

Ambos versículos acaban asegurándonos de que Cristo puede perdonarnos, si nosotros nos arrepentimos de nuestro pecado. Sabiendo que la paga del pecado es muerte, es decir, al haber pecado ya estamos condenados a eso, el arrepentimiento se vuelve absolutamente necesario. Y lo increíble de todo esto, es que Dios está dispuesto a perdonarnos y limpiarnos. Y no se detiene ahí, sino que también nos declara justos de manera gratuita, ante una deuda que nos sería impagable; todo por medio de la fe.

Imagínate que alguien va a un juicio por haber atropellado a alguien, tras haberse descuidado por utilizar su celular en el tráfico. Esta persona, al no tener lo suficiente para pagar la fianza, tiene solamente dos opciones, esperar a ser condenado o admitir culpa. Inconscientemente, todos sabemos que de alguna manera es lo correcto admitir nuestra culpabilidad cuando la regamos. Por otro lado, si no la admitimos, eso no cambia el hecho de que nosotros seamos culpables. No importa realmente si hemos hecho cosas buenas en el pasado, estas no pueden saldar el mal que se ha hecho. La realidad es, que en estos juicios, no se le juzga a nadie por las buenas acciones que ha realizado, sino por lo que ha hecho mal; básicamente, se te juzga por haber transgredido la ley.

Entendiendo esta situación y volviendo al ejemplo, imaginemos que esta persona que está siendo juzgada se declara culpable y se arrepiente genuinamente de lo que hizo. Al haber confesado la falta, se le declara culpable y con mayor razón sigue conservando su derecho a fianza; aún así, la fianza le resulta impagable. La persona de la historia, al saber que sigue sin poder pagar la fianza, continúa pidiendo perdón y pide una oportunidad de redimirse; pero la realidad es que, en estas cosas, el sistema de justicia debe proceder según la norma.

En ese momento, el juez que llevó a cabo el juicio, se baja del lugar alto, en donde estaba su estrado, y se pone al lado de la persona que acaba de confesar culpabilidad y se arrepintió de lo que hizo. El juez, de manera tierna, le dice a la persona “Tú sabes que te amo, pues yo soy tu padre. Yo pagaré el precio por ti, para que seas libre”. Después de esto, la deuda fue pagada y a la persona se le concedió libertad y, por supuesto, la oportunidad de hacer las cosas bien.

Algo parecido pasa en nuestro caso, pero en proporciones aún mayores. La Biblia enseña que todos nosotros morimos físicamente y, después de ahí, viene un juicio:

Hebreos 9:27

Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio

Tú y yo sabemos que ambos somos culpables de pecado, tenemos este juicio perdido. Al dejar nuestro cuerpo, se definirá el lugar en el que pasaremos la eternidad. La Biblia solamente habla de dos lugares posibles, que son el cielo(vida) o el infierno(muerte). Si el precio por pecar es la muerte, que es la desconexión total con Dios, la humanidad va derecho a la condenación eterna, que es en el infierno. Y aquí es donde entra el texto que le sigue a Hebreos 9:27, el cual dice:

Hebreos 9:28

Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.

Así como el juez pagó por aquel culpable de la historia anterior, así también pagó por nosotros Dios. No tuvo empacho para hacerse hombre y ponerse a nuestro nivel, para así vivir de manera perfecta y sin pecado, a fin de ser presentado como un pago digno y suficiente por nuestros pecados. Cristo fue crucificado para que nosotros podamos ser libres, para que así podamos evitar la condena que tenemos ganada. La justicia de Dios fue saciada por el sacrificio del Dios encarnado, Jesucristo el Señor.

Alguna vez escuché que nada es gratis en esta vida, que todo lo que vemos que dice “gratis”, es porque alguien más ya lo pagó. Esto es muy cierto, porque como viste en el versículo de Romanos 3:24, dice que somos justificados gratuitamente por su gracia. Para que esto sucediera, era necesario que Cristo pagara por nosotros. De hecho, Cristo mismo lo explica:

Lucas 24:46-48

Y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Y vosotros sois testigos de estas cosas.

Con esto que lees aquí, puedes ver que la posibilidad de ser perdonados, fue directamente pagada con sangre; la sangre de alguien perfecto como Cristo. Ese paga del pecado, la cual era la muerte, fue completamente saldada por Cristo en la cruz. Y no solamente saldó la deuda con su muerte, sino que resucitó para demostrarnos a nosotros que era quien decía ser; Dios mismos. Además de esto, su resurrección nos asegura que nosotros también venceremos a la muerte por Cristo, y que disfrutaremos de vida en abundancia. Es así como nosotros , los cristianos, entendemos que Jesucristo se entregó como sacrificio propicio(perfecto) para pagar por nuestras faltas y hacernos libres de la muerte:

1 Juan 2:2

Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.

2 Corintios 1:9-10

Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos; el cual nos libró, y nos libra, y en quien esperamos que aún nos librará, de tan gran muerte

Recapitulando todo, entendemos que todos nosotros somos pecadores y que nuestra deuda es impagable; ninguna obra que podamos hacer, pudiera jamás pagarla. De tal manera que fue necesario que Cristo viniese al mundo a pagar por nuestros pecados y salvarnos de la muerte; de la cual éramos acreedores. De modo que si la deuda ya está pagada y por nuestros medios jamás hubiéramos podido saldarla, esto lo convierte todo en una dádiva; es decir, un regalo. Y como bien sabemos, los regalos son gratuitos para quienes los recibimos, es decir, son únicamente por gracia. Y además de esto, la Escritura asegura que nosotros debemos creer para pasar de muerte a vida.

Entonces, lo que el mensaje está diciendo, es que nosotros recibimos el regalo de la salvación y vida eterna, por la pura gracia de Dios. Y que lo único que nosotros tenemos que hacer, es reconocer nuestra situación de pecado, arrepentirnos y, por último, creer genuinamente en aquel que pagó la deuda por nosotros en la cruz; debemos tener una fe genuina. De esta manera, nosotros somos declarados justos delante de Dios; es decir, somos salvos de la condenación. Y eso es algo que la Biblia enseña de manera consistente, como puedes ver aquí:

Lucas 7:48-50

Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.

Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados?

Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.

Romanos 4:3-5

Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.

Efesios 2:8-10

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Tito 3:4-8

Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.

Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.

En los versículos de Lucas, observamos que Cristo perdona a una mujer de sus pecados y le asegura que su fe fue la que la ha salvado. Ella, de manera gratuita, fue salva por la misericordia de Cristo; salva por gracia, por medio de la fe. Después de esto, en Romanos, el apóstol Pablo(el autor) cuestiona sobre si realmente por las obras somos declarados justos; la respuesta de la Escritura, es que no. Por eso asegura que quien cree en aquel que justifica al impío, por esa fe es declarado justo. Y como bien sabemos, aquel que justifica al impío es Dios, quien es Jesucristo el Señor; no nuestras obras.

En los versículos de Efesios, la cosa se vuelve aún más explícita. Al igual que lo que leíste en Romanos, las obras serían algo para gloriarnos; por lo mismo, además de ser insuficientes para pagar el precio de haber pecado, estas no salvan. Bien menciona la Escritura que somos salvos por gracia, por medio de la fe; no por obras. Lo mismo también enseña lo que dice en Tito, que no nos salvó por obras de justicia que hubiéramos hecho, sino por su misericordia; nuevamente, las obras quedan descartadas como factor salvífico. Además de esto, menciona que somos justificados por su gracia, y que es así como nosotros podemos ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna. Como bien dice la idea principal de Romanos 11:6, el cual no cité por cuestión de espacio: Si fuera por obras, entonces ya no sería por gracia. Y como realmente es por gracia, queda claro que no es por obras. 

En la última parte de lo citado en Efesios y en algunas partes de lo que leíste en Tito, habla de algo muy interesante. Menciona una transformación, una regeneración, un cambio para bien. En Efesios dice que, tras haber sido salvos, somos creados en Cristo para buenas obras. Mientras que en Tito, dice que somos regenerados y renovados en el Espíritu Santo, y que los que creemos, procuremos ocuparnos en buenas obras. ¿Cómo conectamos todo esto? Voy aquí a ponerte un pasaje más, para que puedas ver todo con mayor claridad:

2 Corintios 5:17

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Tenemos un Dios que es sumamente poderoso. Él no solamente nos salva por su gracia, tras haberle creído, sino que también nos da una nueva vida en Cristo. Para darnos una nueva vida, derrama el Espíritu Santo en nosotros de una manera abundante en nosotros. De modo que el Espíritu Santo es quien nos regenera y renueva, nos hace una nueva criatura en Cristo. Es decir, ahora somos hechura suya, creados en Cristo Jesús; que es estar hechos a su imagen, como enseña Efesios.

Esta transformación, este cambio de naturaleza, es el que nos capacita para andar en las buenas obras que Dios había preparado de antemano. O también, como se explica en Tito, ahora nosotros podemos y debemos procurar ocuparnos en buenas obras; las cuales son útiles a los hombres. Como haz visto, las obras no salvan y no abonan en ningún momento para salvarnos, pero sí llegan a ser una consecuencia de haber sido salvados y regenerados por Cristo. Las buenas obras que Dios ha preparado de antemano, son obras que le honran, como compartir su Palabra y ser testimonio fiel de que Cristo cambia vidas. Por otro lado, estas obras son útiles a los hombres porque, por medio de ellas, los demás pueden recibir el mismo mensaje de salvación que, en mi caso particular, me ha dado una vida nueva y llena de gozo.

Por eso mismo te escribo, porque quiero que recibas el mismo mensaje que yo recibí alguna vez, y que cambió mi vida. Como bien leíste en el último versículo citado, el que está en Cristo, ciertamente es una nueva criatura. Todo lo viejo ha pasado, ya ha sido dejado atrás. A partir de que Cristo llega a tu vida, todo es hecho nuevo. Pero la cosa no solamente para ahí, quiero que sigas leyendo lo que dicen los versículos que le siguen a lo que cité de Corintios:

2 Corintios 5:18-19

Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

Si recuerdas algunos textos anteriores, por haber pecado, nosotros estábamos destituidos de la gloria de Dios; esto significa separados y enemistados. Pero por medio del sacrificio de Cristo, los que hemos creído y hemos sido salvos por gracia, mediante esa fe, somos también reconciliados con Dios. Esto quiere decir que ya tenemos una relación verdadera con Él y, por ende, puede confiar también en nosotros y encargarnos este precioso ministerio de la reconciliación. Y por eso, si pudiera resumirte cuál es el mensaje que Dios quiere te dar por medio de esta carta, sería lo que dicen los textos posteriores a los citados:

2 Corintios 5:20-21

Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Si llegaste hasta acá, quiero que te preguntes cómo está tu relación con Dios. ¿Estás acaso listo para ser juzgado y aprobado por el juez más perfecto que existe? ¿Sabes a dónde irás cuando se dicte sentencia sobre ti? ¿Crees que la sentencia sería en tu favor? ¿Cómo es posible cambiar el destino de la sentencia, si crees que no será favorable?

Hoy ha llegado a ti un mensaje que costo mucha sangre, por el cual murieron muchos mensajeros. De hecho, casi todo lo que estuve citando del Nuevo Testamento, son cartas que cargaron personas que igualmente hacían tu labor. La diferencia, es que ellos conocían el contenido del mensaje que llevaban y estaban dispuestos a dar su vida por él. Estas cartas que conforman el Nuevo Testamento, fueron también escritas por apóstoles, cuyo significado es “mensajeros”. Ellos, inspirados por el Espíritu Santo, se encargaron de predicar y escribir el mensaje que Dios quería que nosotros supiéramos; el mensaje de salvación. Y así como ellos, muchos otros cristianos que continuaron llevando el mensaje, fueron perseguidos, torturados y asesinados de formas terribles. Créeme, este mensaje bien vale la pena cualquier oprobio.

Como ves, mensajeros son una parte importante de la historia. Siempre que hay un mensaje, debe haber un emisario encargado de llevarlo; justo eso son los mensajeros. Pero lo que realmente hace trascender a estos mensajeros mencionados, fue el contenido su mensaje. Este es el único mensaje que realmente puede cambiar tu vida y tener trascendencia para la eternidad. Hoy te lo presento a ti y, en palabras de ellos, quiero que sepas esto:

Romanos 10:8-10

Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

Si tú quieres responder a todas las preguntas que hice anteriormente, la respuesta a ellas está en Cristo. Mi deseo, de todo corazón, es que te puedas reconciliar con Dios y tengas una relación estrecha con Él. Ten por seguro que si acudes a Dios de corazón, por medio de Cristo, Él te reconciliará, te transformará y te recibirá con los brazos abiertos. Y créeme, me va a dar un placer enorme verte allá en el cielo. No me preguntes cómo, pero si nos vemos por ahí, nos vamos a reconocer y disfrutaremos juntos de la gloria de Dios, de mi Salvador.

Yo te invito a que recibas este mensaje de salvación y vayas a Dios en oración. Pídele que te perdone por tus pecados, verás que Él lo hará. Pídele que Cristo sea el Salvador y Señor de tu vida. Cree genuinamente en que solamente Él puede salvarte y darte una vida nueva, y no solamente eso, sino que te recibirá en la eternidad. Si tú quieres eso, si tú quieres estar bien con Dios, no esperes más y ponte a cuentas con Dios. El momento de salvación es ahora, Jesucristo puede salvarte. Solo Cristo salva, no hay más.

Si aún tienes dudas, puedes acudir conmigo, el que te escribió esta carta. Con muchísimo gusto puedo apoyarte con las dudas que tengas y responderlas con lo que dice la Escritura. No tengas reservas en acudir, me encantaría poder servirte en esto. Tú sabes en dónde encontrarme, puesto que es la misma dirección de donde recibiste la carta. Estaré para lo que necesites sobre este asunto, me daría un enorme placer serte de utilidad para las dudas que surjan.

A su vez, quiero también recomendarte una iglesia a la que puedes acudir, si es que así lo deseas:

(Esto puedes rellenarlo con los datos de tu iglesia, en el PDF que se encuentra el enlace del final)

Y bueno, refrendo que también puedes acudir a mí sin problema; para eso estamos.

De verdad espero que esta carta haya sido de bendición para tu vida, así como este mensaje ha sido de mucha bendición para la mía. Todo lo escrito aquí, ha sido con la mejor intención del mundo. Solamente te deseo el bien y por eso te comparto lo mejor que tengo en mi vida: El Evangelio, cuyo significado es “el buen mensaje”. ¡Feliz día del cartero! ¡Un abrazo!

Atentamente:

(Esto puedes rellenarlo con tu nombre, en el PDF que se encuentra el enlace del final)

Esta fue la carta que le hice al cartero, si quieres compartirla a tu cartero, o a cualquier otra persona, siéntete libre de hacerlo. Dejo también el link de descarga de la carta en PDF para que puedas rellenarla con los datos que le hacen falta; los que están señalados al final. Dejé ahí cuadros de texto rellenables, para que desde la computadora puedas hacer los cambios que gustes ahí. También puedes borrar el texto de los cuadros rellenables y dejarlo en blanco, para que de puño y letra escribas los datos que desees.

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Carta de un cristiano a un graduado

Querido Graduado,

Por alguna extraña razón, consideras a este extraño de internet, como alguien lo suficientemente interesante del cual leerías una carta para ti. Además, me he otorgado la “libertad creativa” de poder utilizar textos bíblicos, a pesar de que yo sé que quizás no seas alguien cristiano como yo; sigo deseando que un día los seas, no voy a mentir.  Y si tú ya eres cristiano, creo que igual puede servirte leer esto. Ahora bien, como puedo utilizar textos bíblicos en esta carta, pero a la vez no te quiero saturar, haré este pasaje bíblico el punto focal de lo que quiero decirte:

Josué 1:8-9

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Lo que acabas de leer ahí, es mi texto bíblico favorito. Así que espero no lo tomes como cualquier cosa, porque literalmente es uno de los versículos lema para mi vida. Creo que el texto también se relaciona a esta situación de cambio, como la que tendrás tras graduarte. En cierta forma nos da miedo, nervios o incertidumbre el futuro, puesto que es desconocido para nosotros. Tal es el caso de Josué.

Estos versículos tienen lugar tras la muerte de Moisés. Como la cultura general lo dice, Moisés fue utilizado por Dios para hacer grandes cosas y liderar al pueblo de Israel fuera de Egipto, camino a lo que hoy es su tierra. Moisés murió antes de entrar en esa tierra, pero la promesa de Dios para con su pueblo, siguió intacta. Entonces, lo que ves en esos versículos, es Dios hablándole directamente a Josué; quien asumiría el cargo que Moisés dejaba.

Moisés no dejaba cualquier espacio vacío, de verdad lo digo. A la fecha, puedes preguntarle a cualquier judío practicante su opinión de Moisés, y casi que te lo ponen en un pedestal de oro. Y lo mismo pasaba en esos tiempos, Moisés era un héroe para los judíos. Moisés era tan admirado por el pueblo de Israel, que Dios tuvo que llevarse su cuerpo para nunca ser encontrado, porque de no haberlo hecho, probablemente lo hubiesen convertido en un ídolo. Todo este contexto, te lo platico para que dimensiones quién era ese tal Moisés y lo que su ausencia significaba.

Josué, por otro lado, era el siervo de confianza de aquel héroe. Es cierto que Josué había hecho cosas que requerían mucho valor, pero el problema, es que él no era Moisés. Yo no sé la sensación de Josué al saber que tomaría la batuta de Israel y que sustituiría al gran líder judío, pero creo que tengo una vaga idea. Probablemente, Josué debió haber estado sintiendo algo parecido a lo que sentimos cuando estamos por pasar a una nueva etapa de nuestra vida. ¿Por qué lo creo? Bueno, porque era humano como nosotros.

Justo eso que te platico en el párrafo anterior, es lo que tiene la Biblia de impresionante. Gente común y corriente, sin ningún brillo por sí misma, siendo utilizada por Dios para hacer grandes cosas. Moisés era, dicho por sí mismo, una persona torpe de lengua y, por lo que se lee en los textos de su llamamiento a liberar a Israel, también era muy inseguro; pero Dios lo usó tanto, que la gente aún lo admira al día de hoy. Y así como Moisés sintió algo de miedo cuando se le encomendó la tarea por parte de Dios, seguramente Josué también sintió un poco de eso. Si tuviera que resumirlo en una oración, creo que todos pasamos por algo parecido a la pregunta de “¿Acaso seré suficiente?”; corrígeme si me estoy equivocando.

Creo que todos deseamos ser suficientes y cumplir con ciertos estándares. Y mira, contrario a lo que el mundo popular dice, que “te olvides de los estándares”, yo te digo que hagas lo contrario. En lo que sea que vayas a hacer, siempre cumple o sobrepasa cualquier estándar de rendimiento que exista; o al menos, como dice el texto, esfuérzate y sé valiente.

Tú y yo, obviamente desconocemos el futuro. Ninguno de los dos tiene idea alguna de cómo nos irá el día de mañana en la nueva etapa que nos toca vivir. El tema es que, a pesar de desconocer el futuro específico, yo sí puedo tener mucha seguridad en lo que depara el futuro. Mi seguridad está en aquellos textos que acabamos de leer, ya que dicen que haré prosperar mi camino y que me irá bien. Pero no solamente me da un adelanto de lo que pasará conmigo, sino que me da la fórmula para obtener esos resultados. ¿Cuál es la fórmula? Mira, es esta:

1. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito

El libro de la ley, hoy en día, es la Biblia. Tú, al estar leyendo esto, has accedido a que yo me ponga bien cristiano en esta carta. Así que diré, con toda la seguridad del mundo, que la Biblia es la única guía que hará que te vaya bien en esta vida. Pero no habla de sólo tener la Biblia ahí al lado o de leerla religiosamente, sino que habla de estudiarla, pensar en ella, hablar de ella y hacer lo que ahí dice. Es decir, se trata de conocerla y ponerla en práctica.

Quiero que entiendas que, como seres humanos, somos altamente falibles. Así como las personas nos fallan, también nosotros fallamos. Por eso mismo, te insto a tener seguridad en lo único que no cambia: Dios y su Palabra. No solo quiero que te quedes con los buenos deseos, sino que quiero que conozcas la fórmula para alcanzar el verdadero éxito en los estándares más importantes de la existencia, que son los estándares de Dios.

¿Tienes miedo a ser insuficiente? La Biblia te ha dado ya una fórmula para el éxito, es la que vimos anteriormente. Y dicha fórmula, sin lugar a dudas, acarrea los siguientes resultados:

2. Porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien

Como dice el dicho popular: No lo digo yo, lo dice la Biblia. De verdad te digo, la Biblia está diciéndote, literalmente, que te irá bien y prosperarás, si sigues lo que ahí está escrito. Y no me digas que no suena atractiva la idea de que nos irá bien, porque claro que lo es. Estoy seguro que nadie quiere fracasar, y por eso, las palabras que Dios le dijo a Josué fueron tan contundentes en este tema.

Uno puede pensar que todo va a ser fácil y bonito, porque estamos leyendo que todo nos saldrá bien. Pero la realidad es que también habrá dificultades y habrá que remarle bastante en esta vida. Quizás pasemos por momentos donde necesitemos dar aún más de nosotros, o incluso, tomar ciertos riesgos en el camino. Pero la Biblia también contempla lo que debemos hacer en todo este proceso:

3. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente

Dios no da una sugerencia aquí, sino que da una orden. Dios quiere que te esfuerces y seas valiente. Es decir, te asegura que te irá bien, te da las herramientas para ello, pero también quiere que tú te esfuerces. Todo nuestro camino en esta tierra requiere esfuerzo, Dios quiere que no dejes de esforzarte.

Y créeme, habrá veces donde sintamos que todo se nos viene abajo, pero es ahí donde debemos ser valientes también. Dios te está pidiendo esfuerzo y valentía, como puedes ver. El tema, es que Dios no te está diciendo que te las vas a tener que arreglar solito; Dios va más allá. Junto con todo eso que Dios pide, nos deja una promesa que da seguridad:

4. No temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas

Dios sabe que habrá etapas de suma inseguridad, miedo y cansancio, pero nos asegura que estará con nosotros siempre. Dios nos está animando para poder cumplir con nuestra tarea, sin importar la adversidad que seguramente tendremos que enfrentar. Dios conoce absolutamente todo, por eso es que su consejo viene acompañado de promesas que nos brindan seguridad. No tomes en poco estos consejos que hoy te estoy comunicando, porque estoy seguro que son los únicos que nunca fallan.

Si pudiéramos resumir todo lo que vimos en los textos y sus explicaciones, Dios te está diciendo lo siguiente:

“Tienes todas las herramientas para prosperar dentro de la Biblia, síguelas y te irá bien. Pero yo quiero que también te esfuerces y seas valiente, porque van a llegar momentos donde todo esto será necesario. Y tú no te preocupes, no tengas miedo, porque yo voy a estar ahí a tu lado. Donde quiera que estés, sigue mis palabras y ahí estaré yo, acompañando tus esfuerzos; yo te haré prosperar”

Dios cumple con sus promesas, pero su cumplimiento está sujeto a nuestra obediencia a sus consejos. Y no me refiero a que Dios dice “si te equivocas un poquito, te haré fracasar”, nada de eso. Me refiero que, si seguimos los consejos perfectos de Dios, el resultado será siempre lo prometido. Podrá haber fallas, cierto, pero Dios es misericordioso para perdonarnos y guiarnos en el camino correcto. Por eso es tan importante nuestro corazón, porque Dios procura a quienes de corazón buscamos obedecerle.

Te lo digo con el corazón en la mano, que yo realmente quisiera que estuvieras en la misma loca condición que yo. Yo quisiera que tú también tengas una relación con ese Dios perfecto, no con el popular “a mi manera”, sino a la manera que ese Dios ha establecido. No tengo otra solución en esta vida, que no provenga de ese Dios. Mira:

  • ¿Quieres sabiduría? Dios es la fuente de la sabiduría y se la puedes pedir

Proverbios 2:6

Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

Santiago 1:5

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.

  • ¿Tienes ansiedad? Déjasela a Dios, porque te va a sustentar

1 Pedro 5:7

echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

Salmos 119:28

Se deshace mi alma de ansiedad; susténtame según tu palabra.

  • ¿Sientes cansancio? Dios te dará fuerzas

Isaías 40:29-31

El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

  • ¿Quieres encontrar paz? Él te dará una paz que va más allá de lo imaginable

Filipenses 4:6-7

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

  • ¿Necesitas guía en tu vida? Dios es quien puede guiarte

Salmos 23:3

Confortará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Salmos 48:14

Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; Él nos guiará aun más allá de la muerte.

Salmos 139:9-10

Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aún allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.

  • ¿Quieres alegría y gozo? En Dios puedes hallarlo

Salmos 32:11

Alegraos en Jehová y gozaos, justos; y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.

Salmos 92:4

Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras; en las obras de tus manos me gozo.

Filipenses 4:4

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!

  • ¿Quieres conocer la verdad? Siempre la hallarás con Dios en la Biblia

Salmos 119:160

La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de tu justicia.

Juan 17:17

Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

Juan 8:31-32

Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Juan 14:6

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

  • ¿Quieres un Salvador y una fortaleza para tu vida? En Dios tienes todo eso

2 Samuel 22:3

Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío, de violencia me libraste.

Lucas 1:46-47

Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.

Lucas 2:10-11

Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.

Judas 1:24-25

Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.

  • ¿Quieres conocer al único Dios que da vida eterna? La Biblia te lo enseñará

Isaías 45:22

Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.

Juan 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan 5:39

Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;

Juan 17:3

Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

Hechos 4:11-12

Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

1 Juan 2:25

Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.

Si algo quiero que te lleves en esta carta, es que la vida que se viene no es sencilla, pero no es imposible vivirla. Si en algo he encontrado fortaleza para la vida, es en Dios. Por mí mismo, realmente no hubiera logrado mucho, pero Dios es quien da la fuerza y quien hace lo imposible, como algo posible:

Filipenses 4:13

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Lucas 18:27

Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.

Para Dios, no hay nada imposible. Busca a Dios en esta nueva etapa que te toca vivir, porque Él no nos falla. Yo te puedo fallar, tus familiares, tus amigos, maestros, quien sea; todos podemos fallarte. Pero el único que nos recoge cuando todos fallan y cuando estamos más solos, es Dios:

Salmos 27:10-11

Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá. Enséñame, oh Jehová, tu camino, y guíame por senda de rectitud a causa de mis enemigos.

Dios no solamente te recogerá, sino que también te guiará en la adversidad. Insisto tanto en esto porque sé que es lo mejor que tengo. Para esta nueva etapa que vas a vivir, quiero dejarte el testimonio lo único que me ha servido, que es Dios. Y sé que dije que no te iba a saturar de textos bíblicos, pero es que en ellos encuentro más sabiduría que en todas mis palabras. Así escriba yo párrafos enteros de consejos o tips para la vida, una sola línea de la Biblia, contiene más sabiduría que lo que yo pueda brindarte.

Como ya se ha dicho desde el principio, el mejor consejo que puedo darte, es seguir la Biblia y depender de Dios. Sabes que puedes preguntarme más sobre esto en cualquier momento, porque para mí sería un deleite que compartamos un día la misma fe, y esa también es mi oración. La vida tiene altas y bajas, pero solamente Dios puede tomar a unos seres tan minúsculos y con tantas inseguridades como nosotros, y hacer grandes cosas a través de nosotros. Si le buscas de corazón, con toda disposición de seguirle y hacer las cosas a su manera perfecta, Dios no te va a desechar, te dará fortaleza y te sustentará en todo momento:

Isaías 41:9-10

Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Como ves, el mensaje es muy parecido al del texto inicial, porque ese Dios no cambia nunca, nos consta que siempre es el mismo; por eso es que tenemos seguridad en Él. No tengas miedo del porvenir, busca a Dios y su justicia, que todo lo demás va a venir añadido:

Mateo 6:33-34

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

¿Te preocupa lo que será de ti el día de mañana? Créeme, sé perfectamente lo que se siente. Pero también tengo esa seguridad en lo que Dios me ha dicho. Por eso tengo muy claro que, lo que tengo que hacer, es tener en la mente su Palabra, ponerla en práctica, esforzarme, ser valiente y buscarle, porque esto me hará prosperar. Quizás el día de mañana las cosas cambien para mayor dificultad o será tiempo de bonanza, yo qué sé; pero Dios me dice que no me preocupe, que vaya paso a paso. A pesar de que todo cambie a mi alrededor, mi Dios es el mismo ayer, hoy y siempre.

Hebreos 13:8

Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

Con todo el cariño del mundo, te dejo mi tesoro aquí plasmado en palabras. Sabes que esta es mi manera de demostrar aprecio y afecto, por eso sé que no caerán estas palabras en saco roto. Guarda todo esto en tu corazón, medita en ello y toma decisiones. Espero tomes la mejor decisión, que es primeramente seguir a Dios.

Independientemente de todo, sabes que tienes aquí a quien acudir para consejos y encontrar palabras de consuelo. Como sabes, suele suceder que, los consejos que doy, o las palabras de consuelo que salen de mí, son principalmente de la Biblia. Y bueno, espero en Dios seguir siendo igual de consistente para que, cada vez que así se requiera, pueda siempre brindar las mejores palabras para ti.

Disfruta mucho esta nueva etapa, aprende mucho, apártate de lo malo y procura siempre lo bueno. Da siempre lo mejor, para que nunca quede ningún remordimiento si las cosas no llegan a salir; porque a veces esas cosas pasan. No tengas miedo de tomar nuevas responsabilidades, sino esfuérzate y sé muy valiente. Busca principalmente a Dios, porque Él nunca nos falla.

Te aprecio muchísimo y te deseo que Dios te bendiga.

Atentamente y con cariño:

Un Cristiano

4 Preguntas sobre la Mujer, el Machismo y la Biblia

Usualmente, escribo más sobre temas que me vienen a la mente y al corazón. Pero hoy, escribo sobre algo que me preguntaron y también me interesó mucho contestar. Muchas veces, creo que también es importante contestar las preguntas comunes que puede tener la gente sobre el cristianismo. Y creo que la mejor forma de contestar estas dudas, es con la misma Biblia, el fundamento doctrinal de la fe cristiana. Por lo tanto, hoy vamos a ver unas 4 preguntas sobre la relación entre hombres y mujeres, a la luz de la Biblia.

Antes de empezar, te recomiendo leas el elogio a la mujer virtuosa, que sería una mujer entregada a Dios. Creo que resumiría perfectamente muchos de los aspectos como la visión general que tiene la Biblia sobre las mujeres. Es posible que después escriba más a detalle sobre esos textos, pero por ahora, te recomiendo darles una lectura. Por mientras, tú los puedes encontrar en Proverbios 31:10-31. Dicho esto, comenzamos con las preguntas…

1. ¿Es la Biblia machista?

No es machista, y quien diga que lo es, es porque no la conoce. Tampoco es feminista, eso seguro. Aunque igual quiero decir que tampoco es igualitaria, según lo que hoy se entiende como igualitarismo. La Biblia es complementarianista, de cabo a rabo.

El complementarianismo es entender que somos iguales en valor, pero que nuestras capacidades son distintas y complementarias. Esto viene desde el momento de la creación del hombre y la mujer. Según la Biblia, hombre fue creado del polvo de la tierra y la mujer de la costilla del hombre. Y leamos qué dice

Génesis 2:22-23

Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.

Por eso es que sostengo que la Biblia enseña el complementarianismo, porque esa frase simboliza completamente eso. Básicamente, Adán la está llamando parte de sí mismo, que sin ella, él estaría incompleto; por esto es que somos complementarios. Sin lugar a dudas, esta frase la veo yo como la primer frase romántica de la Biblia. Y no es en balde, porque en el versículo siguiente, se instituye el matrimonio:

Génesis 2:24

Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

Esto es exactamente lo que dicen en las bodas, de ahí viene. Juntos, hombre y mujer, se vuelven un complemento perfecto. Y ya aterrizándolo más en el tema, vamos a ver este otro texto:

Génesis 2:18

Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.

Esto sucede justo antes de que la mujer fuera formada. Es un texto corto, pero contundente. ¿Dios le preguntó a Adán si quería a la mujer? Para nada, nunca hubo una pregunta, porque Dios sabía que al varón le hacía falta una mujer. La palabra hebrea utilizada para “ayuda idónea” es עֵזֶר(ʿēzer), que significa ayuda o socorro. Y justamente, el socorro es la ayuda necesaria ante una necesidad. Es decir, Dios sabía que el hombre NECESITABA a la mujer.

Ahora que ya vimos que somos complementarios, quisiera igual comentar que somos iguales en valor. Eso lo deja explícito el NT, voy citar unos textos:

1 Pedro 3:7

Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

Este versículo se puede utilizar para enseñar muchas cosas, pero vamos a centrarnos en donde dice “coherederas de la gracia de la vida”. Al ser coherederas, las está poniendo al mismo nivel que los hombres en valor, porque ambos somos herederos de lo mismo. Igual podemos ver este texto:

Gálatas 3:28

Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

Esta sería de las declaraciones de igualdad más recientes que se tienen registradas. Dice que todos somos uno en Cristo, lo que nos hace iguales. Ser uno en Cristo, es ser ambos coherederos de la gracia de la vida, que es igual a la salvación en Cristo. Por lo tanto, puedo decir con confianza, que la Biblia no es machista.

2. ¿El orden en el hogar según la Biblia, somete a la mujer?

El orden del hogar, según la Biblia, somete al hombre y la mujer. El problema de hoy en día, es lo malentendida que está la palabra “sometimiento”; siempre se ve como algo negativo. El sometimiento bíblico es un deleite, puesto que es obedecer a un Dios perfecto, no a un tirano que ve por su beneficio; sino a un Padre amoroso que ve por el nuestro. Justo acá lo dice:

Efesios 5:21

Someteos unos a otros en el temor de Dios.

El sometimiento es para ambos en el Señor. Pero como Dios también es un Dios de orden, sí hay un orden establecido. Lo vemos en más adelante de ese último texto:

Efesios 5:22-24

Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.

La Biblia habla de una sujeción de la mujer al marido, pero entendiendo que el contexto es en el Señor; por eso utiliza el ejemplo de la iglesia. La iglesia se sujeta a Cristo porque este es justo, la mujer se sujeta al varón porque este sigue al Dios justo; esto sería el ideal bíblico.

Y ojo, que ser cabeza no te pone en un punto superiores, puesto que ambos somos humanos. Ser cabeza tiene sus responsabilidades:

Efesios 5:25

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.

El hombre debe tener ese mismo amor sacrificial que Cristo tuvo. Nosotros íbamos hacia la muerte, porque sabemos que la paga del pecado es justo eso, muerte. Pero Cristo murió por nosotros, por amor, para que nosotros pudiésemos hallar vida. Lo mismo debe hacer un hombre por su mujer, debe entregar su vida por ella. También en los versículos siguientes habla de mantenerla sin mancha; esto habla de tenerle un sumo respeto. Mira:

Efesios 5:28-29

Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia

Esta responsabilidad es bonita, la de sustentar. Y me gusta que dice eso de amar a la mujer como al cuerpo de uno mismo, porque se relaciona mucho con ser una sola carne. Y de hecho acá Pablo lo repite más adelante:

Efesios 5:31

Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.

Entonces vemos, con esta repetición de lo visto en génesis al momento de la creación del hombre, que el orden establecido Dios siempre ha sido igual. Y todo esto puede resumirse con:

Efesios 5:33

Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.

Estos mensajes suenan que son únicamente para parejas cristianas, y en general sí; pero pueden ser aplicables aunque un miembro de la pareja no lo sea. Aquí dejo el mejor consejo para quien tiene una pareja que aún no se ha convertido a Cristo:

1 Corintios 7:12-16

Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos.

Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?

En resumidas cuentas, si tú eres creyente y tu pareja no, no te separes. Tu testimonio como creyente puede hacer que tu pareja se convierta a Cristo. Pero eso sí, si la pareja no soporta que uno sea cristiano, la Biblia dice que lo mejor es que la pareja se separe; porque como hemos visto antes, la sujeción es en El Señor. Si la pareja decide ir abiertamente en contra de Dios, no estamos sujetos a servidumbre. Pero la idea no es crear una guerra constante en la, sino estar tranquilos y en paz, anteponiendo a Cristo por sobre todas las cosas.

Ojo, que este mismo principio aplica con la ley constitucional y hasta en la propia iglesia. Los cristianos debemos ser los más respetuosos de la autoridad y los más serviciales para con el prójimo. Pero se nos permite desobedecer cuando algo de esto se contrapone a la Palabra de Dios, que es su Ley Divina. Pero nuestra supuesta rebeldía, debe ser siempre ateniéndonos a las consecuencias que vengan con calma; pero primero la lealtad está con Dios.

Y voy a dejar por acá otro versículo para demostrar que es cierto que existe un orden en el Señor, pero eso no evita que seamos iguales y complementarios. Es una realidad bíblica que ambos nos necesitamos en todo momento:

1 Corintios 11:11-12

Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón; porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de la mujer; pero todo procede de Dios.

Me parece clave mencionar que el texto dice primero “en el Señor”, porque como ya se dijo, es la base de igualdad. Y en esa base, es donde somos iguales porque entendemos nuestro valor. Diferentes en muchas cosas, pero iguales en valor y necesarios el uno para el otro. Este versículo bien puede resumir la postura complementarianista que mencioné que tiene la Biblia.

3. Cuando dicen que la mujer no debe enseñar, ¿A qué se refiere?

Primero vamos a leer el versículo que suelen descontextualizar para esto:

1 Timoteo 2:11-12

La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.

Esto se lo escribe Pablo a Timoteo para tratar una problemática específica. Timoteo fue enviado por Pablo para dirigir la iglesia en Éfeso, un lugar con tremenda influencia griega. Timoteo era un varón grecojudío, de padre griego y de madre judía, así que era considerado adecuado por Pablo para dirigir a un pueblo al que podía entender culturalmente. 

La problemática existía en la fuerte presencia del paganismo griego, cuya confianza en los oráculos era fuerte. Los oráculos eran respuestas que daban los dioses a las personas. Esto debía ser por la intermediación de una Sibila, Pitia o Pitonisa, que era una doncella que servía como canal de adivinación y recepción de la voluntad de los dioses. La escritura de esta adivinación que la pitonisa tenía, la hacía el sacerdote varón, guardando silencio.

Toda esta cultura era distinta a la de la Biblia. El hombre era obligado a guardar silencio y obedecer lo que una mujer en trance le dijese. Y este problema cultural había permeado en la iglesia de Éfeso, por esto a Timoteo se le dan estas instrucciones.

¿Por qué había llegado este problema a Éfeso? Porque la cultura griega nunca tomó en cuenta a las mujeres, eran relegadas a la inferioridad. Pero, afortunadamente, en el cristianismo se encontraba una libertad y un mensaje de igual valor. El tema es que, al ver que podían llevar la palabra de Dios a la gente y enseñarles, empezaron a querer tomar un rol parecido al de las Pitonisas, donde ellas fungían como la autoridad ante la revelación de Dios; ellas querían liderar. Y como ya hemos hablado, el orden de Dios es distinto. Aún así, no hay que culpar a estas mujeres de todo, puesto que muchas de ellas aún no estaban bien instruidas en la doctrina y eran víctimas de falsos maestros varones que les permitían estas cosas. Pablo incluso da nombres de algunos de los falsos maestros que estaban ahí en la iglesia de Éfeso, como lo fueron Himeneo y Alejandro(1 Timoteo 1:20), y después fue mencionado Fileto(2 Timoteo 2:17).

En el contexto en el que Pablo no permite enseñar, es en el contexto de dirigir a la congregación. Los requisitos para los obispos y ancianos(presbíteros), que son el equivalente a los pastores hoy, están bien plasmados en 1 Timoteo 3:1-7 y en Tito 1:5-9. Ahí se menciona que sean maridos de una sola mujer, lo que descarta completamente a las mujeres de este ministerio. Y tienen muchísimos otros requisitos que descartarían a tantos hombres también, porque el liderazgo de la iglesia es algo muy especial y específico.

Ya que andamos en el tema, estos son otros pasajes que suelen sacar mucho de contexto para argumentar que existe machismo en la Biblia:

1 Corintios 14:34-45

vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.

Así como lo visto en Timoteo, se escribe para tratar una problemática específica en la iglesia de Corinto, otra ciudad con gran influencia griega. Como tienen la misma influencia que en Éfeso, entendamos entonces que la problemática que se presenta, es muy parecida. Solamente que aquí agregaremos el tema del éxtasis para “profetizar y hablar lenguas”, el cual era más parecido a los cultos hacia Baco, que hacia Cristo. ¿Por qué lo comparo con el culto a Baco, si la Biblia contempla las lenguas y la profecía? Bueno, por el estado de éxtasis y de desorden que existía en Corinto. Es más, por algo Pablo termina de esta forma el capítulo:

1 Corintios 14:39-40

Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; pero hágase todo decentemente y con orden.

Ahora no es tema meternos en el análisis de las lenguas o la profecía. Pero sí diré de manera rápida que la palabra “profetizar”, en este contexto, se refiere a la predicación de la Palabra de Dios; es así como se usaba la palabra en griego. Y por otro lado, dejaré también en claro que, el don de lenguas, deben ser lenguas existentes y no los balbuceos que suelen transmitir en canales de televisión sensacionalistas que se ostentan como “evangélicos”; eso que hacen se llama “glosolalia” y no es el don de lenguas bíblico.

Ahora sí, aterricemos de nuevo al tema de que las “mujeres callen en las congregaciones” y que “no les es permitido hablar”, o que también “si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos”. Todas estas declaraciones son para señalar, de forma contundente y específica, que las mujeres no tienen el ministerio del pastorado, como ya lo vimos anteriormente. En la iglesia de Corinto se estaba dando exactamente el mismo problema que en Éfeso, donde las mujeres tomaban un rol de liderazgo ante el claro desorden existente en la congregación.

En Corinto, en esos tiempos, había un gran movimiento en el que las mujeres querían ser iguales al hombre en todo. Pero como ya vimos, toda la doctrina bíblica enseña que somos iguales en valor, pero con distintas capacidades y funciones, las cuales nos vuelven complementarios. El movimiento que había en Corinto, no iba meramente en las funciones, sino también iba a los aspectos de la apariencia y la vestimenta; es decir, la mujer era empujada a reemplazar al hombre. Este movimiento suena similar a algún otro movimiento más actual, siendo honestos.

En resumidas cuentas, por este movimiento de igualdad mal entendida, es que Pablo da también tantas instrucciones sobre el atavío entre hombres y mujeres en 1 Corintios 11:2-16; porque se estaba perdiendo esta diferencia entre ambos. Como nota rápida sobre el asunto, debo decir que tenemos que entender que, el atavío al que Pablo se refiere, es al cultural. No significa que todas las naciones deban adoptar exactamente este atavío, y menos hoy en día; la ropa ha cambiado muchísimo. Lo que sí tenemos que hacer, es vestirnos decorosamente y con distinción entre hombres y mujeres, ya que este era el problema que había en Corinto.

Las distinciones son importantes, no solo en lo físico, sino también dentro de las actividades de la iglesia. Por aquel movimiento de “igualdad” mencionado, muchas mujeres empezaron a intentar usurpar el lugar de los varones en la iglesia; al grado de interrumpirse entre todos, en éxtasis, al momento de las prédicas. Por estas cosas es que Pablo insiste en la prudencia de guardar silencio y preguntar por aparte. Tenemos que entender que lo que se estaba viviendo en Corinto, era una locura parecida a cualquier culto pagano en la antigua Grecia. Algo parecido a lo vivido en Corinto, podría ser el movimiento del “Montanismo”. Si tienes más interés de conocer este movimiento, una investigada rápida te hará ver las similitudes con lo que has leído hasta ahora sobre Corinto.

Nuevamente, así como en Éfeso, muchos de estos problemas también se deben al pésimo liderazgo varonil que había, puesto que no se estaban guiando por las Escrituras. Por eso es importante que haya siempre orden mediante la Palabra, porque solamente así, es como se preserva la sana doctrina. Por esto mismo, dadas las similitudes que había en la problemática de Éfeso y Corinto, más vale repetir este texto:

1 Corintios 14:40

pero hágase todo decentemente y con orden

Ahora bien, vamos a responder si realmente pueden enseñar o participar de manera importante en la iglesia. Y la realidad es que sí pueden hacerlo en muchas áreas que son importantísimas. La iglesia tiene puestos como el diaconado, que la Biblia permite que sea ejercido por hombres y mujeres. En 1 Timoteo 3:8-13, se dan los requisitos para este puesto de manera clara. Y sí es cierto que menciona ser maridos de una sola mujer en el v. 12, pero en el v. 11 habla de mujeres que ejercen el diaconado. Por lo tanto, sí puede ser ejercido por mujeres, y hasta hay un ejemplo con Febe:

Romanos 16:1-2

Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.

Ahí se le da una dignidad impresionante a Febe, sierva del Señor. Pero aún no acabamos de responder del todo sobre si la mujer puede enseñar. Y sí pueden, vamos a leer:

Tito 2:2-5

Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

Claro que permite que las mujeres enseñen, así aconseja a las ancianas. Y hagamos un pequeño paréntesis para explicar algo. Como dije anteriormente, los ancianos(presbíteros) eran un puesto designado para los varones y puede confundirse con que aquí habla de ancianas. Para esto, hay que hacer una breve acotación sobre el griego, que es el idioma en que originalmente se escribieron las cartas. Veamos:

En Tito 1:5 habla de ancianos, pero la palabra que utiliza es πρεσβύτερος(presbúteros), que vendrían siendo presbíteros. El significado de esto es ser miembro de un concilio, el cual es solamente de varones; vaya, es un puesto específico, no está hablando tal cual de un adjetivo calificativo. Ahora bien, el término de ancianos y ancianas que se utiliza en Tito 2:2-3, es distinto. La palabra utilizada ahí es πρεσβύτης(presbútes) para varones y πρεσβύτις(presbútis) para mujeres; ambas palabras se refieren a la ancianidad como adjetivo. Entonces, espero esta explicación deje bien explicado que presbúteros no es lo mismo que presbútes o presbútis. Porque se suele malinterpretar el término a conveniencia o por ignorancia, y se hacen cosas en la iglesia que contradicen el orden que Dios dejó establecido.

Igualmente, no se necesita ser diaconisa o una anciana de edad para enseñar. Miremos el caso de Apolos, que era un joven que enseñaba del Señor, pero le faltaba conocer la historia de Cristo. Miremos aquí:

Hechos 18:26

Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios.

Priscila es una mujer y también fue parte de la enseñanza que recibió Apolos. Esta enseñanza fue en compañía de Aquila, quien era un varón; pero ambos enseñaron. Lo que quisiera resaltar, es que lo tomaron aparte, es decir, se lo llevaron a otro lado para enseñarle en lo privado, que es una forma prudente. En este contexto, también es importantísimo que la mujer enseñe.

Y por supuesto, el mejor ejemplo de mujeres enseñando, se lo llevan Loida y Eunice con Timoteo, el protagonista de la carta que estuvimos revisando. En la segunda carta que Pablo envía, dice lo siguiente:

2 Timoteo 1:5

trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.

Entonces, vemos aquí que esa fe que ahora vive en Timoteo, fue transmitida por ellas a él; y a la vez, mucha de su formación también vino por Pablo. Para redondear un poco lo dicho, quisiera leer esto:

Proverbios 1:8-9

Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,

Y no desprecies la dirección de tu madre;

Porque adorno de gracia serán a tu cabeza,

Y collares a tu cuello.

Aquí vemos que los consejos del padre y la madre, son exactamente iguales en valor. La Biblia, como ya he dicho, habla de un complemento que se perfecciona bajo la dirección perfecta de Dios. Pero como aquí vamos a centrarnos más en las mujeres, cabe destacar que esto que leímos, quiere decir que las mujeres juegan un rol fundamental en la formación de los hijos; no solamente de los carnales, sino también de los que puedan ser hijos adoptivos o el otro tipo de hijos que vienen a ocupar el simbólico término de “hijos espirituales”. En cuanto a los hijos espirituales, otra vez caemos con el ejemplo de Timoteo, a quien Pablo llama hijo:

1 Corintios 4:17

Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias.

1 Timoteo 1:2

a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.

1 Timoteo 1:18

Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia,

2 Timoteo 1:2

a Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y de Jesucristo nuestro Señor.

Esto de los hijos es igualmente aplicable con las mujeres. Quiero leer este texto que ha sido muy confuso para varias personas que lo han utilizado para decirle a la mujer que tiene que ser una maquina incubadora de hijos y hasta para que no utilicen anticonceptivos(no hablo de los que son microabortivos). El texto es el siguiente:

1 Timoteo 2:15

Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.

Este tema de engendrando hijos, muchos lo tomaron para decir que la mujer para salvarse, tenía que tener muchos hijos. Pero esto contradice lo que la Biblia enseña sobre la salvación por gracia, mediante la fe, que no es por obras; y eso de andar teniendo hijos para salvarse, son obras. Entonces, sabemos de entrada, que esta enseñanza de estar concibiendo y pariendo indiscriminadamente «para salvarse», está equivocada.

En el contexto que Pablo está hablando aquí, es de levantar una generación de servidores de Dios. Es todo, de hacer honor a su labor maternal otorgada por el Señor y aun más a la labor de enseñanza de Su Palabra a los hijos. Estos hijos, sabiendo que existen mujeres que no pueden concebir o cuyos hijos murieron, no necesariamente se limitan a lo genético, sino también pueden entrar los hijos adoptivos o aquellos a quienes se les tiene un aprecio especial; creo que todos sabemos que en la vida vamos adoptando familiares por el puro cariño que se forma con ellos. Estos también pueden recibir consejo e instrucción en el Señor por parte de la mujer.

4. ¿La caída del hombre fue culpa de Eva?

No, no fue culpa de Eva. Muchos han tomado los pasajes siguientes a donde Pablo pide que las mujeres no enseñen a manera de líderes de la iglesia, o que su vestimenta sea acorde a la distinción entre masculinidad y femineidad de aquel tiempo, para justificar que todo es culpa de la mujer. Vamos a leerlos:

1 Timoteo 2:13-14

Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.

1 Corintios 11:7

Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón.

La idea de leer versículos que la gente suele esgrimir para argumentar en contra de la Biblia, es exponer todo lo que pueda ser polémico en ellos e irlo explicando. Y como el contexto de ambos textos, ya ha sido explicado en partes anteriores del escrito, vamos a revisar aún más pasajes para poder dar una mejor respuesta a la pregunta. Por esto mismo, utilizaremos otros dos pasajes para contestar directa y contundentemente, a fin de que los versículos descontextualizados ya no causen mella en nosotros. Los pasajes a revisar, son los siguientes:

Romanos 5:12

Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

1 Corintios 15:21

Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.

Vaya, parece aquí que los pasajes dicen que el pecado entró por un hombre, ¿no? Entonces vemos que no se le debe endilgar la culpa de esto a la mujer. La mujer fue engañada, luego también el hombre comió del fruto. Todos tuvieron consecuencia de su pecado, bien lo señala la Biblia. En Génesis 3:14-19, se enseñan las consecuencias que tuvieron la serpiente, la mujer y el varón, porque todos ellos participaron en la transgresión del mandato de Dios. Pero a su vez, cada uno era responsable de lo suyo. Entonces, ¿a quién culpar? Bueno, esa misma papa caliente se la pasaron entre Adán y Eva. Leamos:

Génesis 3:12-13

Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.

Ahora resulta que nadie era culpable, según ellos. Pero la clave está en quién era el encargado de todo esto: Adán. A Adán se le encarga lo siguiente:

Génesis 2:16-17

Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Este encargo sucede antes que la mujer fuera creada, por tanto, el encargo fue al hombre. Por esto mismo Dios le pide primero rendición de cuentas en Génesis 3:11, le dijo “¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses?”. Fíjense que va primero con Adán, entonces aquí vemos que la responsabilidad que se le da al varón no es un juego. Por esto mismo la Biblia culpa al hombre de la maldición de la tierra:

Génesis 3:17

Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.

Creo que las evidencias son muy claras, es por culpa del hombre que el pecado entró al mundo. No podemos desviar la atención de esto, no podemos desviar la mirada de nuestra responsabilidad de guardar siempre a las mujeres que tenemos a nuestro lado. El intento de desligarnos de toda responsabilidad, está presente desde el primer momento que el hombre pecó; culpó a la mujer. ¿Qué hicieron muchas personas por años? Quisieron desligarse de toda responsabilidad y culparon a la mujer de ser la causa la corrupción en la que vivimos.

Es cierto que Adán le enseñó a Eva tal mandamiento, por eso Eva la dice a la serpiente en Génesis 3:2-3 que “Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis”. Pero realmente no creo que Adán haya insistido tanto, a como debió ser su responsabilidad, porque ella comió del fruto y Adán mismo, el encargado de esta orden, también comió. Y desde ese momento, el hombre murió.

Hay muchos pseudo-cristianos que insisten que el hombre no murió allí, porque no cayó fulminado al instante. Perdón, pero están equivocados, hemos muerto en todos los aspectos tras ese día y acarreamos las consecuencias del primer pecado de Adán. La muerte física no fue instantánea porque Dios es misericordioso, pero nuestro espíritu sí murió en el momento. El espíritu es lo que nos permite tener una conexión y comunión  firmes con Dios. Por esta muerte espiritual, es que Adán y Eva se escondieron de la presencia de Dios en Génesis 3:8. Así de crítica era la muerte espiritual del hombre, estando tan alejado de Dios en espíritu, que creía que se podía esconder del Dios omnipresente, omnisciente y omnipotente; de pronto olvidaron la verdadera naturaleza de ese Dios.

Cuando nuestro espíritu murió, nuestra alma quedó vacía y rota, sin esa conexión con Dios que hacía posible el espíritu. Y todo esto, trajo como consecuencia también la muerte física, por esto es que Adán también muere; esto se señala en Génesis 5:5. El que el hombre muera el día de hoy, es una prueba de que el pecado corrompió toda la naturaleza del hombre. Pero lo hermoso, es que Dios aún así buscó al hombre desde el primer momento de la separación, porque en Génesis 3:9 le dice “¿Dónde estás tú?”. Dios sabía bien dónde estaba Adán, pero Dios quería que el hombre viera que aún buscaba tener una interacción con él.

Después de la caída del hombre, Dios instituyó el sistema de sacrificios en Génesis 3:21, donde los viste con pieles de animales. Es decir, Dios sacrificó a su creación animal, en lugar de los humanos que habían pecado. Y eso es consistente con las Escrituras, donde dice:

Romanos 6:23

Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

La desobediencia de Adán, su pecado, trajo la muerte. Pero Dios puso ese sistema sacrificial para que pudiera existir conexión con Él. Mediante el sacrificio, se expiaban los pecados y podía haber un pago por los pecados, y como efecto, esto traía consigo una comunión con Dios. Y así, según el nivel de responsabilidad o el pecado, se estableció después un sacrificio para cada cual, según la ley judía. Por años, este sistema de sacrificios debía ser repetido una y otra vez, puesto que la sangre de animal es insuficiente para lavar todo el pecado del mundo. Pero algo especial pasó: Cristo vino al mundo.

Cristo fue el sacrificio perfecto, que pagó con su vida el pecado del mundo, el que no podía ser quitado con sacrificio animal. Murió y resucitó para que nunca más hubiese otro sacrificio, puesto que el mejor sacrificio ya había sido ofrecido. En Hebreos 9:11-14 & 23-28 explica de manera contundente que este sacrificio fue una vez y para siempre, para limpiar el pecado de todos. No es un sacrificio que necesite ser repetido, ni debe hacerse, porque es suficiente para limpiar todo pecado y salvarnos, con solo nuestro arrepentimiento. Por tanto, quien aún pretenda seguir el sistema de sacrificios continuos para tener una especie de “comunión” con Dios, se está equivocando. Para tener comunión con Dios, hay que arrepentirse de nuestros pecados delante de Dios. Y daré el ejemplo de una mujer aquí, una que estaba tan arrepentida que lavó los pies de Cristo con sus lágrimas y sus cabellos, a lo que sucedió lo siguiente:

Lucas 7:48-50

Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.

Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados?

Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.

Cristo la salvó por el puro arrepentimiento del corazón de ella, y por supuesto, por tener una fe genuina; todo esto, sin ningún sistema de sacrificios. Y Cristo, al haber vencido el pecado mediante su resurrección tras la muerte de cruz, ese mismo perdón y salvación inmediatos, los hace una seguridad también para nosotros al arrepentirnos. Todo esto que estás leyendo ahora, es un regalo de amor que Dios nos dio por medio de Cristo, quien vino a morir voluntariamente por nosotros. Y de esta manera tan perfecta, podemos alcanzar así la salvación:

Juan 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

1 Juan 4:9-10

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.

Efesios 2:8-9

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.

Tito 3:4-7

Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.

La lección de todos estos textos, es que Dios nos amó tanto, que envió a su hijo a pagar por nuestros pecados. Así como dijo Pablo en 1 Corintios 15:21, la muerte entró por un hombre, pero salió por otro hombre, el segundo Adán; Cristo, un hombre perfecto, porque Él mismo es Dios. Por eso era importante que María fuera virgen, para que la concepción de Cristo fuera sin la simiente pecaminosa del hombre, así es como nació Jesús, sin pecado original, apto para ser un sacrifico sin mancha por todos nosotros.

Ahora, ya que ha quedado establecido por qué medio entró el pecado y por qué medio tenía que salir. Quiero decirte que, no importa lo que haya pasado antes, tú hoy también eres responsable y culpable de pecado; seas hombre o mujer. La Biblia establece que todos hemos pecado y que eso nos excluye de la gloria de Dios:

Romanos 3:23

por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,

Y por más que te esfuerces en decir que eres buena persona, o más excusas; te recuerdo que se nos juzga por nuestros pecados. Realmente, la Biblia enseña que no existen excusas para evadir la responsabilidad de pecado. Pero así como no tenemos excusa, en Cristo tenemos la posibilidad de obtener el perdón de pecados:

1 Juan 1:8-9

Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

Si tú buscas una restauración en tu relación con Dios, solamente puede ser a través de Cristo. Hoy tú también tienes un espíritu muerto, pero Cristo te dará uno que está vivo, al Espíritu Santo. Por medio del Espíritu Santo, el alma que había quedado rota tras la caída del hombre, podrá ser restaurada, porque la relación con Dios ha sido establecida nuevamente mediante Cristo; esta es la regeneración de la que hablan los versículos mostrados en Tito 3:4-7. Y sí, es cierto, el cuerpo sigue teniendo fecha de caducidad y un día nos llegará la muerte. Pero la Biblia nos promete ir a habitar con Dios en el cielo cuando muramos, donde todo será glorioso; así lo dice 2 Corintios 5:6-8. Y no solo eso, sino que en el final de los tiempos, también se nos darán cuerpos nuevos y glorificados, ya sin pecado. Si tienes más dudas de esto, puedes leer lo que dice 1 Juan 3:2, 1 Corintios 15:22-23 & 51-52. Todo lo perdido, Dios puede devolvértelo, pero primero tienes que aceptar ese regalo de amor que se mostró en la cruz:

Romanos 5:8-11

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.

Cree en Cristo como tu Señor y Salvador, porque es el único que puede realmente salvarte. Es, con toda seguridad, el único camino para nuestra salvación:

Hechos 4:11-12

Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.

Solo Cristo Salva

¿Es nuestra cultura cristiana?

Esta pregunta seguramente ha estado sonando dentro de su mente en tiempo reciente, al menos una vez. Hoy en día, vivimos en esta “batalla cultural”, así es como la llama la gente. La batalla cultural es el choque de dos, o más, visiones distintas del mundo, las cuales compiten por ser la visión hegemónica. Gracias a todo esto, es que la palabra «cultura» se ha vuelto tan importante en estos días. El tema aquí, y el argumento a tratar, es que algunas personas insisten en que la cultura occidental es una cultura cristiana. Y de ahí es donde partimos con la pregunta que propone el título: ¿Es nuestra cultura cristiana?

En primer lugar, me parece muy importante definir qué es la cultura; más adelante definiremos entonces qué signirficaría lo cristiano. La definición del concepto de cultura, ha sido realmente controvertida a lo largo del tiempo. Los antropólogos todavía tienen discusiones sobre una definición objetiva de la misma. Basado en toda mi investigación y todas las diferentes definiciones halladas, haré mi propio intento de hacer una definición con todas las contribuciones que encontré. Definamos la cultura como:

“Un complejo, creado por el hombre, que incluye todo un sistema de moral, creencias y costumbres. También está equipado con herramientas como el arte, el derecho, el conocimiento (historia, ciencia, etc.) y cualquier otra capacidad y hábito, con el fin de mantener activa la cultura; y algunas veces, en continuo desarrollo. Todos estos elementos son parte del entorno social y dan a los humanos cierto sentido de unidad y pertenencia, siendo así contados como miembros de una determinada sociedad que comparte los mismos acuerdos básicos.”

Esta definición se basa en el artículo «Cultura y ciencia cognitiva» publicado por la Enciclopedia de Filosofía de Stanford en 2011 (se leyó a más de un autor para llegar a esta definición)

Ahora ya tenemos una definición de cultura, la cual incluye varios autores y diversos puntos de vista. Pero ahora, veamos si podemos definir qué es lo que hace que algo sea cristiano. Y en primer lugar, me gustaría establecer que el único libro que puede definir algo como cristiano, es la fuente de la fe cristiana. En caso de que se pregunten por qué no estoy usando herramientas externas para llegar a la definición, es porque algo tiene que definirse fielmente con sus propias bases. Así que, afortunadamente, la fe cristiana tiene un libro que contiene todas las bases de su doctrina y las herramientas para definir qué es algo o alguien cristiano; ese libro, es la Santa Biblia.

Para darle un poco de contexto a lo que definiremos, debo decir que, la palabra «cristianos», proviene del griego Χριστιανός (Christianós) y se usó por primera vez en Antioquía para referirse a los discípulos de Cristo. La palabra en sí, puede interpretarse como “seguidores de Cristo”, pero también se dice que puede significar “pequeños Cristos” o “imitadores de Cristo”. La primera mención de la palabra, está registrada en el libro de Hechos 11:26. Entonces, ahora que tenemos un ligero contexto de la palabra y su definición básica, sigamos estos pasos que pueden ayudarnos a reconocer lo que podemos, o no podemos, etiquetar como cristiano:

  1. Un cristiano es cualquier persona que genuinamente busca ser un imitador de Cristo (1 Corintios 11: 1)
  2. La Biblia enseña cómo debe ser un cristiano. Y sabemos que eso es todo lo que necesitamos para evaluar si algo es cristiano o no (1 Juan 4: 1; Oseas 4:6; 2 Timoteo 3:16-17)
  3. Si una persona demuestra estar en constante contradicción con lo que la Biblia define como cristiano, entonces no podemos llamarlo cristiano (Mateo 18: 15-17; 1 Juan 2:19)
  4. Si no podemos llamar a una persona “cristiana” cuando vive en contradicción con el significado de ser cristiano, entonces no podemos llamar “cristiana” a una cultura que vive en completa contradicción con lo que es el cristianismo (1 Juan 4:2-6; 1 Juan 2:15)
  5. El cristiano debe tener a Cristo como el centro de su vida, y es suficiente pasar 5 minutos mirando a la sociedad, para saber que no tienen a Cristo como el centro (Romanos 3:12; Santiago 4:4; 1  Juan 2:16-17 & 5:19)

Para ser honesto, espero que esos 5 pasos hayan sido lo suficientemente funcionales como para evitar que llame a esta cultura como algo “cristiano”. Pero en caso de que todavía tenga algunas dudas, primero digamos que la misma definición de “cultura” que se dio, contradice lo que es el cristianismo en sí mismo. Como se menciona en la definición de cultura, sabemos que “es un complejo creado por el hombre”, en otras palabras, no es realmente creado por Dios. El cristianismo, de hecho, es una creencia que, esencialmente, afirma provenir directamente de Dios. Pero lo sé, probablemente me esté volviendo demasiado exigente y técnico al respecto, así que mejor continuemos con los siguientes argumentos.

Hemos escuchado tantas veces que la cultura occidental es cristiana porque «se basa en valores cristianos»; aunque solo unos pocos viven en Cristo. Ésta es una frase que ha sido utilizada repetidamente por algunos conservadores de buena voluntad, que quieren darle cierto sentido de autoridad y pureza a su estilo de vida. Pero, de hecho, nuestra sociedad occidental siquiera es mejor que las otras:

Romanos 3:9-12

¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. Como está escrito:

No hay justo, ni aun uno;

No hay quien entienda,

No hay quien busque a Dios.

Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;

No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

Expliquemos un poco este pasaje. Aquí, Pablo está diciendo que, tanto judíos como gentiles, estaban en pecado. Esto es muy importante, porque en ese tiempo, los judíos habrían sido los conservadores de hoy; los que dicen que su cultura se basa en las Escrituras. Y por otro lado, están los gentiles, que eran liberales, idólatras y paganos. De cualquier manera, no importa cuán moral sea la cultura de cada uno de esos grupos, la Biblia dice que todos están bajo pecado. Nadie que esté bajo la autoridad del pecado, puede ser llamado cristiano; esta misma lógica se aplica también a la cultura. Si las culturas, «moral» e inmoral, están en pecado, simplemente no pueden ser cristianas.

Estar bajo la autoridad del pecado, es ser esclavo del pecado. Para servir a Cristo, primero tienes que ser liberado del pecado por Él. Quizás esto pueda aclarar más la afirmación:

Romanos 6:17-18

Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.

Como puedes ver en el texto, primero fuimos esclavos del pecado; esa es la condición inicial de la humanidad. Tenía que haber un cambio para ser servidores de la justicia, y sabemos que la justicia es el mismo Cristo. Solo así puedes ser cristiano, siendo liberado del pecado. El caso es, que esta libertad del pecado, es algo que la cultura no demuestra, ni vive; por el contrario, se esfuerzan enormemente en no hacerlo, ni en mostrarlo en absoluto. Esta cultura es, claramente, esclava del pecado. Y debo preguntar entonces: ¿Cómo puede esta cultura siquiera ser cristiana?

Si alguien que lee Romanos en la Biblia y dice, «esta es justo la sociedad en la que vivimos», solo está demostrando que la cultura es, de hecho, no cristiana. La Carta a los Romanos representa exactamente lo que era la cultura en ese entonces: Una cultura que completamente opuesta a Cristo. Y si hacemos una evaluación honesta de nuestra sociedad, ciertamente llegaremos a la triste conclusión de que no somos muy distintos a ellos. Entonces, si nuestra sociedad encaja en la descripción de la sociedad romana de aquella época, debo preguntar nuevamente: ¿Cómo puede esta cultura siquiera ser cristiana?

Creo que algunas personas pensarán que solo estoy juzgando los fracasos de los extremos de una cultura. Seguramente, la gente dirá «tal vez pienses que esta cultura no es cristiana porque solo estás juzgando a los inmorales». Entonces cabría destacar que, las palabras más duras que se usan en la Biblia, van en contra de los morales. ¿Te acuerdas de los fariseos? En caso de que no lo recuerdes, déjame decirte que esos tipos eran la mayor autoridad religiosa, política y moral de los judíos. Como se dijo antes, los judíos realmente habrían sido los conservadores de hoy. En ese tenor, esto es lo que Jesucristo dijo a los líderes de los judíos:

Mateo 23:23-33

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos, y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas.

Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. ¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres! ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?

Juan 8:42-44

Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió. ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra. Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

No creo que necesitemos ninguna explicación aquí. Se ha dejado claro que esos fariseos de alta moralidad, eran simplemente una apariencia. Y esta no es la primera vez que los fariseos tuvieron un desacuerdo con Cristo, también sucedió antes. Voy a mostrártelo:

Marcos 7:8-9

Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres: los lavamientos de los jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas cosas semejantes. Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.

Aquí en Marcos, vemos que aquellos que querían guardar las tradiciones, en realidad estaban olvidando los mandamientos de Dios. Creo que muchos conservadores cometen el mismo error que podemos ver aquí. A veces, los conservadores se involucran tanto en defender sus tradiciones en esta guerra cultural, que prefieren ser más fieles a estas mismas, que a los mandamientos de Dios. Han caído en el odio hacia el otro bando, por el “bien” de esta guerra que están librando. Se han olvidado las palabras de Cristo aquí:

Mateo 5:43-44

Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.

Como podemos ver ahora, la gente moral e inmoral han caído, ambos están destruidos. Ambos son, simplemente, esclavos del pecado; incluso si la manifestación del pecado es diferente entre ellos. Si ellos ni siquiera siguen los principios básicos del cristianismo, no esperen que les llame «cristianos». Me parece realmente contradictorio encajar el precioso significado del cristianismo en una cultura que, a todas luces, carece de Cristo. Y sé que algunas personas dirían que probablemente no encajan en mi cristianismo, pero hay otros tipos de cristianismo. Permítanme ser claro aquí: No existe tal cosa como «muchos cristianismos», ya que solo hay uno. ¿Y sabes qué? El cristianismo solo se basa en Jesucristo como la roca fundamental, y todos los cristianos convergen en un solo cuerpo unido:

Mateo 16:18

Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

Hechos 4:11

Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.

Gálatas 3:28

Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

1 Corintios 12:11

Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.

Efesios 4:4-6

Un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos.

Quizás ahora la pregunta podría ir en la dirección de “¿Qué pasa con todas las denominaciones cristianas que tienen ustedes? ¿No es eso más de un cristianismo? ”. Y bueno, como ya dije, solo hay un cristianismo. Como he ido evidenciando, el cristianismo sí tiene una definición objetiva. Aún sí, todos reconocemos que existen algunas diferencias doctrinales menores entre algunos de los cristianos. Pero, sin embargo, esto también se explica con la Escritura; déjame mostrarte:

1 Corintios 3:4-5

Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor.

1 Corintios 3:11

Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.

1 Corintios 3:21-23

Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.

La Escritura es clara, compartimos un solo fundamento, que es Cristo. No nos gloriamos en los hombres, porque nosotros somos de Cristo, nuestro Señor y Salvador, ningún otro. El principal acuerdo fundamental entre los cristianos es que:

“Jesucristo es Dios mismo hecho hombre y vino, voluntariamente, de un nacimiento virginal para morir como un sacrificio perfecto para pagar por todos nuestros pecados. Vivió perfectamente y sin ningún pecado. Murió en una cruz, resucitó al tercer día y regresó al cielo para prepararnos un lugar. Y mientras esperamos su regreso, nos dejó al Espíritu Santo, como otra manifestación de Dios mismo para todos los que tenemos fe en él y hemos sido salvados por su gracia. Y sabemos con certeza que volverá en gloria para ser alabado por todo el mundo, mientras que confiesan que Jesucristo es el Señor.”

Todo esto tiene referencias bíblicas (Juan 1:1-18 & 10:28; Mateo 1:18-25; Lucas 23:26-49 & 24:1-7; Juan 14:2 & 16-18; Marcos 16:19; Efesios 2:8-9; Filipenses 2:9-11)

Como dije, entre ciertas denominaciones de cristianos hay diferencias doctrinales, pero la base, que es la fe que acabo de describir, es la misma. Es por eso que podemos tener compañerismo entre presbiterianos y bautistas, para darte algún ejemplo. Incluso puedes verlo reflejado en el amor que se tenían John MacArthur (Bautista) y R. C. Sproul (Presbiteriano). Y lo fantástico es que ambos, teniendo la misma fe fundamental, nos ayudaron a muchos en nuestro crecimiento. No importando las pequeñas diferencias entre ellos, la base siempre fue la misma.

Ciertamente, se sabe que hay algunas religiones que afirman ser cristianas, pero en realidad no lo son. Incluso si comparten una fe que suena demasiado similar a la que resumí antes, eso no significa que realmente sea la misma fe. La mejor manera de evaluar estas supuestas religiones “cristianas”, es a través de la Biblia. Y la principal y más importante diferencia que el verdadero cristianismo tiene con ellas, es la forma de llegar a Cristo. Como cristianos, sabemos que el camino para llegar a Cristo es, definitivamente, una diferencia irreconciliable. Te puedo asegurar que, ningún cristiano fiel, tiene interés en reconciliar estas diferencias porque somos servidores de la Verdad, Jesucristo. Y la verdad de la Escritura dice que:

“Todo el que crea en Él, no se perderá, sino que tendrá vida eterna. Porque sabemos, como dijo Cristo en su ministerio, que después del arrepentimiento, nuestra fe nos ha salvado. No hay otra forma de obtener la salvación que no sea el arrepentimiento, la fe y la gracia. Esta salvación se obtiene por Su gracia y mediante la fe; no por obras. Esta fe debe ser genuina, porque solo ese tipo de fe puede llevarnos a la salvación. Y sabemos con certeza que, después de volvernos creyentes, nos convertimos en nuevas criaturas que ahora pueden caminar por la senda de las buenas obras que Dios había preparado para nosotros de antemano. En cuanto nos convertimos en nuevas criaturas, podemos ser llamados ahora hijos de Dios; lo que significa que ahora hemos adquirido la preciosa herencia de Cristo, una eternidad en el cielo con nuestro Señor.”

Todo esto tiene referencias bíblicas (Juan 3:16-18 & 5:24; Lucas 7:47-50; Tito 3:4-7; 2 Corintios  5:17; Efesios 1:3-12 & 2:4-10; 1 Juan 3:1-2; Romanos 8:16-17).

Entonces, ahí lo tienes, ese es en realidad el único evangelio que predicamos y la única palabra de fe que predica cualquier verdadero cristiano. Que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación (Romanos 10: 8-11). Si alguien predica un evangelio diferente y dice ser cristiano, no le creas a esa persona. La Biblia establece claramente lo que hay que hacer con el evangelio falso del cristianismo falso:

Gálatas 1:8-9

Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.

Voy a ser claro. No hay otro cristianismo, no hay otro evangelio; es solo uno. Y ese único cristianismo y único evangelio es el arrepentimiento de tus pecados, la fe genuina en Jesucristo como tu salvador y creer que solamente Su gracia salvadora puede transformar tu vida. Si alguien niega esto, entonces se declara a sí mismo como no cristiano. Así que ahora debo preguntar: ¿Está nuestra cultura alineada con esta única verdad cristiana? Si no es así, ¿cómo se puede llamar siquiera “cristiana” a esta cultura?

Esto no es fanatismo religioso. Lo quieras creer o no, esto es simplemente ser cristiano según la Biblia, que es el único manual para vivir como uno. Si la cultura va en contra de este esencial fundamento del cristianismo, podemos concluir que la cultura ni siquiera está cerca de ser cristiana. La cultura occidental puede ser razonable y puede tener algunas coincidencias con el cristianismo, o incluso copiar algunos valores de él. Sé que es innegable la influencia cristiana en la sociedad occidental, pero aún así, el cristianismo sigue estando en contra de la cultura que sostiene la sociedad occidental. Puede que la vida sea más fácil para los cristianos en algunas situaciones, pero aún así, los cristianos todavía tienen que ir en contra de la cultura del mundo:

1 Juan 2:15-17

No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

Ahora, creo que es mi turno de hacer algunas preguntas que deberían ser respondidas. Si nuestra cultura fuera cristiana, ¿cuál es la necesidad de Jesucristo? Quiero decir que, con la asunción de que “esta es una cultura cristiana”, eso significaría que la cultura ya nos «concede» el cristianismo. Si vivimos en una cultura cristiana, entonces no hay más necesidad de arrepentimiento para la salvación, porque todos somos automáticamente salvados por nuestra cultura heredada. Si no hay necesidad de arrepentimiento, ni de Jesucristo, entonces no hay cristianismo real. Decir que una cultura pecaminosa es cristiana, anula el significado mismo del cristianismo. A su vez, pensar que el cristianismo se hereda, demerita la naturaleza misma del ministerio de Jesucristo. ¿Existe alguna posibilidad de tener una cultura cristiana? Piénsalo, porque lo responderé en los siguientes párrafos.

La cultura cristiana no puede existir, si tomamos la definición misma de cultura con una perspectiva macro. La cultura se hereda y depende de los seres humanos, mientras que ser cristiano es seguir a Jesucristo y depende completamente de la gracia de Dios. Antes de ser cristianos, todos éramos otra cosa, éramos personas corruptas que, en conjunto, formábamos parte de una cultura pecaminosa. El caso es que, después de que Cristo cambia nuestra vida, abandonamos inmediatamente la cultura de este mundo. Por eso Pablo dice, «no hay judío ni griego», porque habla de un desapego cultural. Entendiendo, por supuesto, que la cultura hegemónica de este mundo es pecaminosa:

Colosenses 3:8-11

Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.

Y como enseña ahí, antes de ser liberados por Jesucristo, éramos esclavos del pecado. Nos debíamos al mundo, que es la cultura que prevalece en él. Realmente no importa cuál cultura sea, no éramos de Cristo. Por tanto, no es posible que exista una cultura “cristiana” si ella misma es esclava del pecado, como lo son todos los no creyentes de la sociedad; y créeme, son la gran mayoría. Pero aún hay más cosas que tengo que decir:

Romanos 6:20

Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.

Sabemos bien que esta justicia es Cristo. Y por lo tanto, si antes éramos esclavos del pecado, no eramos de Cristo; es imposible que algo sea cristiano, sin ser de Cristo. Y por la misma razón, Cristo nos advierte de quienes se autoperciben como cristianos, pero muestran lo contrario. Ya sea que se crean cristianos por cuestones de la cultura o por el engaño a través de religiones falsas, todos están lejos de la Palabra de Dios:

Mateo 7:21

No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

Ese es exactamente el problema. Llamar a la cultura «cristiana» en un nivel macro, no es del todo exacto. Porque sabemos que solo los cristianos entrarán al cielo y serán salvos. ¿La sociedad occidental, en su conjunto, va a entrar al cielo? Si la cultura no está hecha de herederos celestiales, te aseguro que no es cristiana. Si el evangelio es silenciado por temor a contradecir lo que la cultura ve como bueno, llámese liberal o conservador, es un evangelio falso; y ya sabemos cuál es la opinión de Dios al respecto.

Por eso los cristianos estamos llamados a ser diferentes, incluso si nos volvemos inadaptados o somos rechazados. No somos de este mundo, y este mundo tiende a rechazar a Cristo; así también la cultura lo rechaza. Sabemos que nuestra ciudadanía está en el cielo, donde está el reino de nuestro Señor. Mientras permanezcamos en este mundo, sabemos que estaremos en contra de su cultura; sin embargo, tenemos una promesa celestial en Cristo. Todo esto se describe en la Biblia:

Juan 17:14-16

Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

Juan 18:36

Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.

1 Pedro 2:11-12

Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.

Filipenses 3:20

Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.

Debo concluir que esta cultura no es cristiana, como tampoco lo es ninguna de las culturas de este mundo. Todas las culturas a nivel macro, están descartadas de ser cristianas. Y por favor, no me malinterpretes, desearía que este mundo fuera completamente cristiano, pero sé la verdad y no puedo ocultarla. La única «cultura» que se puede llamar cristiana, es la iglesia misma. La iglesia está formada por todos los verdaderos creyentes en Jesucristo. No importa dónde estemos, no importa de dónde vengamos, todos somos hermanos en Jesucristo. Somos una familia en Cristo, incluso sin siquiera conocernos. Seguimos el único camino que refleja una forma de vida cristiana:

Marcos 16:15

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

Romanos 14:7-8

Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.

Filipenses 1:21

Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

Como dije, ninguna cultura a nivel macro, puede ser cristiana. Y sé que podría resultar confuso que dije que todos los creyentes conforman la cultura cristiana; porque en ese caso, estaría hablando realmente a un nivel macro. El tema aquí, es que estamos separados en pequeñas comunidades, o familias, y todavía no tenemos una cultura cristiana hegemónica. Nos reuniremos todos hasta que lleguemos al cielo, en el día de nuestra muerte física. O tal vez, nos reuniremos en el día en que el Señor decida volver por nosotros. Solamente en ese momento, seremos testigos de lo hermosa que es una cultura cristiana verdadera y a nivel macro. Nuestro Señor y Salvador viene.

Mateo 25:31-34

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

¡Dios te bendiga!

El amor que nunca deja de ser

Aprovechando que es el 14 de febrero y muchos celebran el día del amor y la amistad, quiero hablarte del único amor que jamás se altera, un amor que nunca deja de ser. Nosotros conocemos el amor, pero es un amor con ciertas fluctuaciones y que tiene sus riesgos en terminar en desamor. Mucha gente teme sentir amor hacia otra persona por el miedo a que le fallen, pero yo te animo a que ames siempre. No te pido que tengas amor romántico, sino un amor aún más completo, como el que se describe en estos pasajes:

1 Corintios 13:4-8

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

Lo que se describe aquí, es el amor de Cristo para con nosotros. No hay mejor descripción de cada una de las características del amor perfecto, que esta. Quiero ir desglosando cada característica para ejemplificarla con lo que Cristo ha hecho para demostrar su amor. Vamos a ir viendo cómo es que el amor es…

1. Sufrido

Isaías 53:4

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

Hebreos 12:2

Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.

Cristo vino al mundo a morir por nuestro pecado y pagar esa deuda. Para ello, tuvo que sufrir una muerte de cruz, vejaciones, tortura y burlas; aún siendo inocente. Todo esto lo hizo por amor a nosotros, para darnos la oportunidad de salvarnos por nuestra fe.

2. Benigno

Lucas 6:35-36

Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos. Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.

Tito 3:4-5

Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.

Tenemos por certeza que Dios es benigno, es decir, que es un Dios bueno. Inclusive, cuando Cristo estuvo aquí en el mundo, una persona lo llamó “Maestro bueno”, y su respuesta fue decir que solamente Dios es bueno(Lucas 18:18-19; Salmos 107:1), y nosotros sabemos que Cristo es Dios mismo(Juan 10:30). 

Y para muestra de la bondad de Dios, tenemos lo que hizo por nosotros aquí en la tierra. Él fue bueno para con nosotros, quienes realmente éramos malos. Aún así, fue lo benigno suficiente como para mandar a su hijo Cristo a pagar nuestra deuda con Él, y nos vino a demostrar cómo debe ser el amor.

3. No tiene envidia, no es jactancioso y no se envanece

Zacarías 9:9

Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.

Mateo 11:28-30

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.

Juan 10:10

El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Es obvio que, cuando Dios desciende al mundo para hacerse carne, nos demostró que no tenía vanidad en Él. Pero no solamente eso, sino que en todo su ministerio se encargó de demostrarnos que era alguien que no tenía envidia, sino que todo el tiempo daba; lo vemos con sus muchos milagros y en su obra salvadora para darnos vida eterna. Pero lo más importante, es que aún siendo el Rey de reyes, jamás fue jactancioso en esta tierra. Fue un rey que nació en un pesebre, fue hijo de un carpintero e hizo su entrada triunfal a Jerusalén como la anunció Zacarías, humildemente sobre un asno(Marcos 11:5-7). No se guardó nada, sino que lo dio todo.

4. No hace nada indebido y no busca lo suyo

1 Pedro 2:21-22

Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca.

Juan 8:50

Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga.

Lucas 22:42

diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.

Marcos 10:45

Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

Cristo no pecó, jamás hizo algo indebido. Nada de lo que Cristo hizo en la tierra dañó a la humanidad, sino lo contrario, le dio oportunidad de salvarse. Fue el único hombre sin fallas, porque así debía ser, un sacrificio perfecto por amor a nosotros. Cristo, además de ser Dios, fue también un humano que soportó todas las tentaciones sin caer en ninguna; fue incluso tentado por el mismo Satanás(Mateo 4:1-11).

El amor de Cristo no buscó su propia gloria, y tampoco quiso imponer su voluntad para cambiar el plan; aún conociendo el destino que le deparaba. Asumió que venía para servir y para sacrificarse por nosotros. No hizo nada malo, no hizo nada para sí, sino que hizo todo lo bueno, y lo hizo por y para nosotros.

5. No se irrita y no guarda rencor

Mateo 5:39

Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.

Mateo 5:44-45

Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.

Lucas 23:34

Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes.

1 Pedro 2:23

Quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente.

Cristo nunca respondió mal ante quienes le levantaron falsos, lo golpearon, le escupieron y le arrancaron sus barbas. Antes bien, cumpliendo con su enseñanza de poner la otra mejilla y amar a los enemigos, guardó silencio y solamente salió de él una oración pidiendo que se perdonara a quienes se burlaban mientras era crucificado. Fue alguien que no dejó caer su ira sobre sus agresores y que tampoco les guardó rencor, sino que les dejó el regalo de salvación, que también es para todos nosotros.

6. No se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad

Mateo 5:6

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

Juan 8:31-32

Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Juan 14:6

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Cristo nos dejó claro que seremos bienaventurados, que significa doblemente felices, por buscar su justicia; que es la única justicia perfecta, ya que Dios es un juez justo(Salmos 7:11). A su vez, Cristo nos enseñó que la verdad era lo único que podía darnos una real libertad. Nos consta que el sueño máximo de la humanidad, es el de ser libres, y solamente con Cristo es que podemos llegar a serlo; pues Cristo es la única verdad para llegar con el Padre. Y es así, como Cristo se goza en justicia y en verdad, dándonos también la oportunidad de sentir ese gozo porque para eso vino al mundo.

7. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta

Lucas 22:44

Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.

Lucas 23:46

Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.

Lucas 24:6-8

No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. Entonces ellas se acordaron de sus palabras.

Lucas 24:46

Y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día.

Cristo pasó momentos realmente difíciles, conoció lo que era la agonía, al grado de sudar gotas de sangre por el estrés; porque sabía lo que tenía que sufrir por nosotros. Pero esto no lo detuvo, ya que estaba confiado y creía realmente en las promesas del Padre, tanto así, que le encomendó su espíritu antes de morir. Y también fue paciente, porque esperó tres días en la oscuridad de la tumba, para así poder resucitar. Todo esto soportó Cristo por amor a nosotros, nadie más lo hubiera hecho de forma tan perfecta. Y como he venido diciendo, este amor ha sido para salvación.

8. El amor nunca deja de ser

Juan 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Hebreos 7:23-25

Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.

1 Juan 4:19

Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.

Nuestro Dios nos amó tanto, que mandó a su hijo a la tierra para salvarnos. Se entregó, murió y resucitó, puesto que es eterno y la salvación que ofrece es eterna. El ejemplo más grande de amor, lo podemos vivir en el Señor. Créeme que vivir ese amor es lo mejor que puedes tener. Yo amo a mi Dios por todo lo que Él ha hecho, pero lo más hermoso, es que Él me amó primero e hizo todo esto por mí; es por eso que le amo más cada día. El amor de Dios es uno que no tiene fin, que nunca cambia y que se contagia.

Este tipo de amor que fui describiendo con la Biblia, se nos pide tenerlo también para con los demás, imitando el ejemplo de Cristo:

1 Juan 4:7-11

Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.

Este es el amor de Dios del que quería hablarte, un amor que solamente es posible vivirlo y reflejarlo cuando somos nacidos de Él. Dios te ama, pero tú tienes que decidir recibir ese amor y entender que tal amor fue materializado como Jesús el Cristo, el único varón perfecto, quien se entregó sin haber cometido pecado, para pagar por nosotros los pecadores. El Señor te ama y está esperando que tú decidas vivir por amor de su nombre. 

Si tú quieres experimentar ese amor, puedes contactarme con toda confianza; si es que este texto lo leíste de mis redes. Si no, pregúntale al cristiano que te haya compartido el texto y dile que tú también quieres alcanzar ese amor de Dios para salvación, que se consigue únicamente por gracia, por medio de la fe; no por obras(Efesios 2:8-9; Tito 3:4-7). Este es el único camino que la Biblia marca, no hay más. Toma decisiones ahora, no te tardes, porque seguramente serán el inicio de una vida nueva, llena de gozo y amor interminables. Dios te bendiga.

Juan 15:9

Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.

La lección de humildad del Maestro

Es de muchos conocida la historia en que Cristo lava los pies de sus discípulos. Es una historia que tiene muchísima enseñanza, y en especial, es un tema que ya tenía ganas de tratar. Este tema, primeramente me enseñó algo a mí, y ahora, yo quiero compartirlo. Así que empezaré dejando el texto en el que pienso basarme en este escrito:

Juan 13:12-17

Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.

De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.

Primero quiero platicar un poco del contexto en el que se da este pasaje. Para cuando leemos esto, estamos hablando de los últimos momentos de Cristo con sus discípulos, justo antes de ser entregado. Esta sería una de las últimas y más importantes lecciones que Cristo le daría y recordaría a sus discípulos. Realmente, la humildad es algo que predicó en todo momento con su vida, desde su nacimiento en un pesebre, siendo Cristo el mismo Dios y Rey de reyes; pero aquí nos vuelve a dar esa lección.

En la cultura judía, era común lavar los pies de los invitados a la mesa, puesto que venían sucios del camino; los caminos eran muy distintos en aquel entonces. Esta tarea la solían hacer sirvientes, pero esta vez el mismo Señor decide hacerla. Dios nunca deja nada al azar, sino que todo lo hace a manera de dejar una enseñanza. Nuestro Señor se puso como el primer siervo, el siervo perfecto. Y si el único ser perfecto sirvió, nosotros tenemos que imitar eso y servir también.

Muchos tenemos la errónea idea de que, los que tienen una jerarquía elevada, están únicamente para ser servidos; cosa que dista mucho de la verdad bíblica. La Biblia nos manda a todos a ser servidores y ser humildes, entender que no importa la posición que tengamos, siempre hay una oportunidad de servir a otros. ¿Piensas que la gente debe servirte, o que tú debes servir a la gente? Pregúntate esto a lo largo de todo el artículo.

Quiero extraer especialmente 3 lecciones importantes de humildad que nos deja este texto:

1. El Señor se hizo siervo

Cristo recuerda a todos su posición cuando dice “Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy”. Esta afirmación la hace para recordar su lugar, pero no para hacerlos sentir inferiores, sino para que su mensaje tuviera una dimensión mayor. Si el Maestro y Señor servía a quienes tienen una menor jerarquía, tenemos que pensar si realmente tenemos algo de qué envanecernos.

Este ejemplo es una representación del ministerio completo de nuestro Señor. Recordemos que Cristo dejó su trono para venir aquí a la tierra como humano, para ponernos el ejemplo de todo lo que debemos hacer nosotros. Y una vez más, aquí nos enseña que tenemos que estar dispuestos a servir, porque Él lo hizo primero. Así como debemos amar porque Dios amó primero(1 Juan 4:11; 19-21), lo mismo con el servicio; que no es más que una de las muchas expresiones de amor.

Cristo, como es el mismo Dios, no cambió un ápice la personalidad que ha sido demostrada a lo largo de la Biblia. En artículos anteriores he hablado que tenemos un Dios proactivo en la relación, que está constantemente buscándonos y dándonos más de lo que merecemos. Buscó a Adán y Eva cuando le fallaron(Génesis 3:9), y no solamente eso, sino que también les dio vestido(Génesis 3:21). Y ese es el Dios de siempre, el que nos ha demostrado que está para nosotros, aún sin merecerlo. Dios siempre nos da muestras de su amor infinito, y esta fue una. Imagina solamente lo especial que es el ser servido por Dios mismo hecho carne, pues esto vivieron los discípulos.

2. Nosotros también debemos servir

Nuestro Señor no solamente limita su ejemplo a ese momento, sino que lo hace extensivo. Dice Cristo “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis”, eso quiere decir que nosotros también tenemos que imitarle. De hecho, si uno es cristiano, por definición debería ser un imitador de Cristo; servir es parte de ello.

Un cristiano sirve primeramente al Creador, en cada aspecto de su vida debe buscar darle honra a quien lo amó primero. Pero justo de ese servicio, es que se desprende todo lo demás, puesto que Dios mismo nos ha mandado a servir como Cristo sirvió. Tenemos que estar siempre con la disposición de ayudar, así sea en la casa, la iglesia o el trabajo, debemos ser distinguidos por nuestra disposición a servir. Siempre debemos tener en claro que ese servicio debe reflejar que somos hijos de Dios.

El servicio no solamente se remite a cuestiones de índole secular, como lo serían las tareas del hogar o deberes del trabajo. Este servicio habla de una disposición genuina para ayudar a las personas en todo aspecto, principalmente el personal. Estamos rodeados siempre de gente con distintas necesidades, pero como siempre, la necesidad más importante es la de Cristo. Nosotros los cristianos entendemos que lo mejor que podemos dar, es el mensaje de Cristo, y esa es nuestra mejor forma de servir a los demás; dando siempre el mensaje de salvación. 

3. El servicio acarrea bendiciones

Cristo cerró diciendo “bienaventurados seréis si las hiciereis”. Lo que quiere decir que recibiremos bendiciones si obedecemos y servimos, así como nos ha mandado. La Palabra de Dios nunca miente, es siempre fiel y se cumple. Por eso debemos hacerle caso y comenzar a servir, porque realmente las bendiciones no se hacen esperar.

Hablo particularmente por mí, cuando digo que a mí el tema del servicio ha sido algo que ha tenido que pegarme en el ego. Muchas veces, uno cree que servir es sobajarse, pero no es así. Servir es entender el por qué y para qué fuimos llamados, porque el que era mayor que nosotros(Cristo) también sirvió. Y su servicio tuvo la finalidad de lavarnos para alcanzar salvación y disfrutar de una plena relación con él. Esa fue la bendición que acarreó el primer siervo, el siervo perfecto.

Es cierto que nosotros no somos Cristo, pero sí somos cristianos, sus imitadores. Nosotros no somos los que damos salvación a la gente, Cristo lo hace; pero nosotros llevamos su mensaje ahora. Por eso es que Cristo pasa la responsabilidad de servir, a sus seguidores. Nos ha dado esa responsabilidad para que continuemos el ministerio hasta que venga por segunda vez al mundo. Debemos entender que la bendición más grande de servir, es tener una oportunidad para compartir el evangelio y ver un pecador, como nosotros, arrepentido y cambiando su vida completamente. Ese debe ser siempre el anhelo de todo cristiano.

Conclusión:

Después de que Cristo asciende al cielo, nos consta que sus discípulos continuaron con el trabajo. Ellos sirvieron a Dios y fueron también personas que se ofrecieron y desgastaron para con los demás, y que de esta manera, más y más alcanzaran a escuchar y creer en el mensaje de salvación. Y la historia no acaba ahí, la historia sigue hasta llegar a nosotros. Esa responsabilidad de servir es nuestra, hay que hacernos cargo de ella, porque es la voluntad del Maestro.

Como bien dice la Biblia, “El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió”. En otras palabras, que nos quede bien grabado que nosotros no somos mayores a Cristo, pero aún así nos escogió y nos envió a hacer su voluntad. La lección de humildad que nos dejó el Maestro, debe servir como motivación para vivir una vida entregada al evangelio. No hay mejor manera de vivir que esta, la de vivir sirviendo con humildad.

1 Corintios 15:9-11

Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.

No importa quién seas, no importan tus méritos, entre más empiezas a imitar a Cristo, todo pasa a segundo plano. Entiendes que realmente Cristo es el que se refleja cuando uno deja que Él actúe y se deja llevar. El servicio perfecto no conoce nombres, pero genera creyentes. Así como Pablo lo expresa, tenemos que desgastarnos siempre para Cristo, sirviendo en la obra y siendo siervos útiles para predicar el mensaje. Y es así, como más gente va a creer, y esa es la bendición más grande de todas. Tenemos una vida que entregar a Cristo, porque te recuerdo lo siguiente:

Filipenses 1:21

Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

Sirvamos con humildad, valentía y amor. Nunca pensemos que ya llegamos a la cima, sigamos trabajando:

Filipenses 3:13-14

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Dios te bendiga.

Cuando un cristiano muere

Dicen que lo único seguro en esta vida, es la muerte. Vivimos creyendo que esta nunca nos va a alcanzar, pero esto no depende nunca de nosotros. Al final de cuentas, seamos tomados en cuenta como gente de bien, o totalmente lo contrario, todos tenemos este destino. Y no solo lo dice la cultura popular, sino que la misma Biblia nos habla de que todos pasaremos por este suceso:

Eclesiastés 9:2-3

Todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso ocurre al justo y al impío; al bueno, al limpio y al no limpio; al que sacrifica, y al que no sacrifica; como al bueno, así al que peca; al que jura, como al que teme el juramento. Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que un mismo suceso acontece a todos, y también que el corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y de insensatez en su corazón durante su vida; y después de esto se van a los muertos.

Y no solamente nos habla de este destino, sino que nos recuerda la realidad del mismo. Nosotros, mientras estamos vivos, estamos conscientes de que la muerte puede llegar. Pero cuando estamos muertos, nuestra vida ahí queda, no nos quedamos con pendientes por los cuales volver; nosotros ya no tenemos más potestad en el mundo de los vivos. Realmente no podemos continuar en esa línea de tiempo, ni podemos influir más activamente para con los que siguen aún respirando:

Eclesiastés 9:5-6

Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.

Básicamente, cuando morimos, vamos al destino eterno que escogimos en esta vida. Los muertos ya están en donde tienen que estar, nada que hagamos puede cambiar ese destino; así como ellos tampoco podrían cambiar el nuestro al irse. A propósito de esto, me salté un versículo del pasaje de Eclesiastés de manera intencional, pero ahora quiero mostrártelo:

Eclesiastés 9:4

Aún hay esperanza para todo aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.

Si te das cuenta, este mensaje es para ti. Así la persona fallecida haya sido un león en vida y haya vivido de forma extraordinaria, ya está en su destino. Nosotros, aún tenemos tiempo de cambiar nuestro destino, si es que no vamos por el camino correcto. ¿Tú a qué destino quieres llegar? Yo ya he escogido el mío, al igual que en su momento lo hizo la persona que me inspiró a realizar este escrito. Fue un león en vida, pero yo sé que ha llegado a su destino; el mismo que el de todos los cristianos. Por eso mismo, hoy quiero hablarte sobre qué es lo que pasa cuando un cristiano muere.

Los cristianos somos esos seres sui géneris, que parecemos no encajar con el sentimiento natural de la muerte. Usualmente, cuando alguien muere, hay desolación e incertidumbre. Pero cuando un cristiano muere, sí es cierto que hay algo de tristeza, pero nuestro gozo siempre termina siendo mayor. Los cristianos tenemos la fe y seguridad de que estaremos con nuestro Dios al morir, porque le hemos creído y nos hemos afianzado en Él. Nosotros no creemos en puntos medios, simplemente creemos en que, al morir, inmediatamente conoceremos a nuestro Dios y su hijo Cristo. Esta promesa la vemos en la Biblia:

Romanos 6:8

Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él.

2 Timoteo 2:11

Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él.

Quizás ahora te puedes estar haciendo la pregunta de “¿Qué significa morir con Cristo?”. Esa es una pregunta que a todo cristiano le encanta responder. Los cristianos tenemos la certeza de que, al morir Cristo por nosotros aquí en la tierra, tenemos ahora acceso a la vida eterna; que es en el cielo. La salvación es un regalo, uno que solamente se obtiene creyendo de todo corazón que ese sacrificio es suficiente para salvarnos y confesando que Cristo es nuestro Señor:

Juan 3:16

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Romanos 10:8-10

Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

Los cristianos creemos en esto que acabas de leer, y justo eso es lo que predicamos nosotros. Eso es lo que nos da la seguridad de salvación, porque sabemos y nos consta que Cristo es el único camino. No es algo que nosotros nos estemos inventando, sino que Cristo mismo lo dijo cuando estuvo aquí en la tierra:

Juan 14:6-7

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

Juan 17:3

Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

Y esto que acabas de leer, es simplemente un recordatorio que Cristo dio sobre algo que ya estaba escrito desde antes. El mensaje de salvación siempre ha sido el mismo, un mensaje congruente, de principio a fin. Solamente Dios es el que salva, y fuera de Él, no hay más:

Isaías 43:11

Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.

Isaías 45:22

Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.

Así como lo lees, es como nosotros funcionamos, entendiendo que fuera de Dios, no hay más. Por lo tanto, nuestra vida se transforma voluntariamente en una existencia entregada al Señor. Nosotros entendemos que, al morir, estaremos con Dios, pero que aquí en la tierra tenemos un propósito que va también ligado a Cristo.

Al haberlo confesado de corazón como el Señor de nuestra vida, queremos entonces hacer su voluntad y dejamos que Él nos guíe. Sabemos que nuestra recompensa nos espera en el cielo, pero que aquí en la tierra, todo lo que hagamos es para Él. Así sea en nuestra vida o nuestra muerte, sabemos que somos del Señor y que todo el tiempo está al control; cada etapa sirve para glorificarlo. Este versículo lo ilustra muy bien:

Romanos 14:8

Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.

Nosotros tenemos plena confianza en Dios y en el destino del que te he hablado. Sabemos que es una promesa que nada, ni nadie, van a poder cambiar; el amor de Dios lo sobrepasa todo. La Biblia nos asegura que nada nos puede arrebatar de su amor, nos lo asegura tanto para la vida, como para la muerte:

Romanos 8:38-39

Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Y es por esta promesa que nosotros tenemos en claro que vivimos por Cristo, pero que nuestra muerte también acarreará bendiciones porque estamos en las manos del Señor. De hecho, es algo muy común entre los cristianos citar este texto:

Filipenses 1:21

Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

Quizás te siga pareciendo una locura que digamos que morir es ganancia, pero quiero contarte un poco de lo que veremos en cielo. Sé que es complicado imaginar todas las maravillas, yo tampoco alcanzo a tener una noción de todas esas maravillas, pero intentaré conceptualizarlo lo más posible:

1. Nosotros en el cielo, vamos a ver multitudes de personas que siguieron nuestro camino y que compartieron nuestra fe. Esas personas serán de todas las naciones, pero estarán frente al Cordero, que es Cristo el Señor. Pero quiero que tomes en cuenta que ese Cordero fue el que vino a morir por todos nuestros pecados y aceptó un castigo que no se merecía, pero que nosotros sí. Por su sola gracia y misericordia, los que hemos creído estaremos conociendo a ese Salvador, que compró nuestra entrada al cielo con su sangre. Y lo más hermoso, es que estaremos también nosotros alabándole junto con los otros fieles, rescatados también por su sangre. (Apocalipsis 7:9-10)

2. Cuando estemos en el lugar celestial, estaremos directamente sirviendo a Dios delante de su trono. Y también, aquel que está en el trono va a vivir entre nosotros; tendremos a Dios a nuestro alcance. Y es así como su presencia nos hará sentir completos, sin hambre y sin sed, sin sufrimiento y sin lágrimas. Estaremos llenos de gozo frente al Señor. (Apocalipsis 7:15-17)

3. Será una gran ciudad, cuya luz será como la piedra más preciosa que podamos imaginar. Una ciudad tan clara como el cristal, si es que se puede siquiera dar una referencia terrenal a lo que veremos. Será un lugar perfecto y santo. (Apocalipsis 21:9-11)

4. La ciudad estará adornada con piedras preciosas en todos sus cimientos. Pero no solamente acaba ahí, sino que las puertas serán de perlas y las calles serán de oro puro, como vidrio transparente. (Apocalipsis 21:19-21)

5. La ciudad no tendrá necesidad de sol o de luna, porque será alumbrada por la gloria de Dios. Los que seamos salvos y estemos ahí, caminaremos en su preciosa luz y veremos reyes de la tierra dar honor y gloria a Dios; porque nosotros sabemos que Él es el Rey de reyes y Señor de señores. (Apocalipsis 21:23-25)

6. En el cielo, vamos a poder tener el enorme privilegio de ver cara a cara al Salvador. No me imagino siquiera cómo es Él, pero solamente quiero conocerlo y verlo, si es que puedo sostener mi mirada. Ahí también seremos sellados con su nombre y viviremos en su reino por los siglos de los siglos; es decir, será eterno. (Apocalipsis 22:4-5)

7. Tenemos prometido que tendremos morada ahí, que podremos vivir como ciudadanos de nuestra patria celestial adquirida. Cristo así lo ha prometido, dijo que Él mismo es el que está preparando lo que será nuestro hogar eterno, a su lado. (Juan 14:2)

Yo me quedo maravillado con todo esto que se nos ha prometido. Espero que ahora sí me entiendas cuando te digo que morir será ganancia para los que estamos en Cristo. Justo eso que leíste, es lo que pasa cuando un cristiano muere. Cuando un cristiano muere, su espíritu se levanta para disfrutar de una vida eterna con Dios, donde estará aún mejor de lo que pudo alguna vez estar aquí en la tierra. Por eso, a ti que estas leyendo esto, te digo lo siguiente:

Cuando un cristiano muere, se le extraña, pero se sabe que pronto lo volveremos a ver en el cielo. Y no solamente lo veremos a él, sino que también veremos al que nos hizo y al que nos salvó; le conoceremos aún más que lo que sabemos de Él ahora. Con esa promesa es con la que vivimos los cristianos y seguimos adelante con la obra de nuestro Dios en la tierra. Pronto será nuestro momento de ver a los que se fueron y continuar glorificando a Dios en el cielo, pero tenemos primero que cumplir cabalmente en la tierra. Tenemos una frase anhelada que Cristo dijo en una parábola:

Mateo 25:23

Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

Personalmente, yo ansío escuchar esa frase. Quiero ser un siervo útil, así como lo fue la persona que me ha inspirado escribir esto con su ejemplo. Creo que es el anhelo de todos escuchar una felicitación de Cristo, y por eso es que debemos de trabajar para ello. La persona que se fue, por la que he escrito este mensaje, cumplió con su cometido. Esa persona verdaderamente peleó la buena batalla y entregó todo por Cristo, ya acabó la carrera. Y es por eso que nos toca a los que aún seguimos en la tierra, recibir la estafeta y seguir. Con seguridad, creo que todo buen cristiano, cuando sabe que el cometido en tierra de su hermano en Cristo ha sido cumplido, piensa en este pasaje:

2 Timoteo 4:5-8

Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.

El que terminó la carrera, ahora está recibiendo galardón. Es por eso que una muerte de un cristiano, no es un suceso fatal, sino uno de esperanza en el porvenir. Estos sucesos nos motivan a seguir reflejando el amor de Dios para con todos; siempre con gentileza. Nosotros, como ya mencioné, estamos 100% para nuestro Señor, así sea en la vida o en la muerte. Por eso, siempre nos regocijamos plenamente en Él y encontramos una paz inmensurable, que sobrepasa toda lógica y entendimiento. No tenemos más preocupaciones, solo buenos pensamientos y grandes enseñanzas aprendidas:

Filipenses 4:4-7

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Filipenses 4:8-9

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.

Aquella persona que he mencionado en algunas partes del escrito, era también como tú. Era una persona con muchas fallas, recuerdo que se describía a sí mismo como alguien realmente malo. Yo vi su vida transformada, yo solamente vi amor en sus ojos y en todos sus gestos; lo vi perfeccionarse cada día más y dejé de encontrarle fallas. En él pude ver un reflejo fiel de Cristo, que es justo lo que todo cristiano debe estar reflejando en su vida.

Todo esto que escribo no es para rendirle honor a la persona, sino para gloriarme en el Dios que lo transformó. Como te dije, él era como tú, pero fue transformado por el Señor. De ser una persona mala, paso a ser un tremendo evangelista, llevando las buenas nuevas de salvación a cuanta persona pudiera. Todos lo recordamos como una persona de buen testimonio por obra y maravilla de nuestro Dios. Y si tú quieres también esa transformación, puedes llegar a tenerla. Así como él glorificó a Dios en vida, compartiendo su Palabra, también su muerte servirá como un evento para glorificar a ese Dios. Y este es el mensaje que tengo para ti:

Si tú quieres pasar la eternidad en el cielo maravilloso que te describí en el texto, y quieres tener la misma paz que nos inunda a todos los cristianos con respecto a la muerte, el momento de decisión es ahora. Si tú quieres también tener un cambio radical en tu vida para vivirla por, y para Cristo, con esa confianza de saber dónde estarás cuando acabes la carrera; te repito, este es tu momento de decidir. Los pasos son sencillos, y aquí los voy a dejar plasmados:

1. Reconoce tus faltas a Dios. Todos le hemos fallado, pero tú eres el que sabe más de tus propias fallas. Ve en oración a Dios y pídele perdón por ellas; te prometo que te va a perdonar:

1 Juan 1:9

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

Lucas 7:47-48

Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama.

Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.

2. En esa misma oración, reconoce a Cristo, quien murió injustamente para pagar por nuestras faltas y darnos salvación de manera gratuita, como el Salvador de tu vida. Pídele que Él sea tu Señor y que sea quien te guíe a partir de ahora:

Romanos 10:9-10

Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

Lucas 23:41-43

Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo.

Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Si tú has hecho esto con fe y creíste de todo corazón, te digo desde ahora que tu fe te ha salvado. Pero esto no me lo saco de la manga, sino que Cristo mismo ha dicho y demostrado que la fe es la que salva:

Lucas 7:50

Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.

Y a ti, cristiano veterano, también quiero dedicarte algo de este escrito. Quiero recordarte que, cuando un cristiano muere, no es en vano, sino que es para la gloria de Dios. Piensa en todas las semillas de salvación que sembró aquel valiente que se fue a la presencia de Dios. Toma motivación para llenar ese hueco, sigue haciendo discípulos como se nos encomendó en la gran comisión. Recuerda el himno de “Cristo está buscando obreros hoy”, vamos a apuntarnos para ir a trabajar la mies, y pedir que Dios multiplique los obreros para su obra:

Mateo 9:37-38

Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.

Cristiano, hermano en la fe, que no se te olvide que tenemos que seguir adelante. Corramos la carrera y prosigamos a la meta, siempre yendo hacia adelante. Nos espera la recompensa en el cielo, pero no dejemos de hacer nuestro trabajo:

Filipenses 3:13-14

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Marcos 16:15

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.

Filipenses 1:21

Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.

Filipenses 4:13

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Dios te bendiga.

En memoria del hermano Guillermo Montes Ferrer, un hombre santo y fiel para con Dios, quien se entregó completamente a Cristo y fue de bendición en todos los lugares donde estuvo. Y bajo la promesa de la fe que predicamos, estoy confiado en verlo nuevamente en el cielo.

Espero esta canción pueda ilustrar lo plasmado en este texto: Confiamos en un Dios increíble.

«Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?»

Jesús el Cristo (Juan 11:25-26)